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Abecé del crimen

La norteamericana Sue Grafton retoma el viejo género de la novela policíaca

16 de julio de 1990


"A de adulterio"
Sue Grafton -Busquets Editores
Madrid-España, 1990 - 284 págs.
La escritora norteamericana Sue Grafton (Louisville, Kentucky 1940) tras haber colaborado en algunas series para Tv decidió seguir los pasos de los escritores de novelas policiales que le antecedieron, y restituír con estas narraciones el prestigio de esa literatura. Entonces concibió su personaje femenino, que ya ha hecho carrera en la literatura policial norteamericana. Kinsey Milhone, la nueva detective, es ya una figura clásica en el mundo del crimen: solitaria, reservada, calculadora y poco sentimental.
La carta de identidad de la investigadora la presenta así: "Soy detective privada, con licencia en California. Tengo 32 años y dos divorcios. No tengo hijos, ni animales domésticos, ni plantas. Anteayer maté a alguien y no consigo quitarme ese peso de encima".
La autora ha preparado para su detective una colección completa con tantos dramas como letras tiene el alfabeto. La primera de la serie lleva el título de "A de adulterio", la segunda será "B de bestias", todo un alfabeto del crimen, editado en castellano por Tusquets.
Un rasgo distintivo de Kinsey Milhone es que a diferencia de sus colegas masculinos, ella detesta la violencia. Sus métodos deductivos, a la manera de Phillip Marlowe, la llevan más que a acción en las calles, a husmear entre papeles e informes, llevando la observación a un grado de penetración excepcional.
El éxito de la autora se debe sin duda al nervio de su prosa, a su capacidad para crear diálogos vibrantes e ingeniosos y a la trama vigorosa como lo demanda la buena literatura policial.
Imagen transpuesta de la mujer moderna, pragmática y firme, eficaz y un poco cínica pero también comprensiva y vulnerable, Kinsey Milhone ha cautivado a sus lectores a juzgar por el despliegue de elogios que recibe la autora con cada título publicado. Y es algo que se debe a su originalidad, a la viveza del relato y por esa manera imperiosa y a veces impertinente de mostrar el mundo sórdido que queda al descubierto cuando un criminal es apresado. Los componentes y los detalles de sus tramas estremecen, porque deliberadamente la autora busca escenas brutales. "Me parece que si quieres contar hoy en día una buena historia, -afirma Grafton -no puedes sostener el interés del lector con un crimen rutinario cualquiera porque la mitad de la población ya lo comete. Pero los asesinatos todavía hacen tilín a todo el mundo"

"La liebre en la luna"
Germán Espinosa - Tercer Mundo
Bogotá - 345 págs.
Poco a poco Germán Espinosa se ha impuesto en las letras colombianas como uno de sus más vigorosos narradores. Obra tras obra, su figura se ha consolidado con todo aquello que un novelista latinoamericano aspira a poseer: fuerza expresiva, originalidad, visión totalizadora, versatilidad, comprensión de la historia. En esta dimensión y con un dominio de la lengua poco frecuente, "La tejedora de coronas", su obra capital, es ejemplar. Germán Espinosa es, lo que se dice, un hombre de letras. Y de esta fidelidad, de esta pasión absoluta por la literatura han brotado tanto obras de ficción, como ensayos, notas periodísticas y conferencias.
De vuelta de sus lecturas, de sus reflexiones teóricas, de sus aproximaciones de manera diversa a la experiencia literaria, ha surgido un bello libro de ensayos. "La liebre en la luna", editado por Tercer Mundo y en el que se recoge una buena parte de la labor intelectual realizada por Espinosa en este campo desde 1968 a 1988.
"La liebre en la luna" es más una obra personal que una tentativa eminentemente crítica o de análisis literario. Y si pudiera hablarse de obra crítica lo sería en aquel sentido en que José Martí la entendía, o sea como una forma de "el ejercicio del criterio" Aquí está pues, el criterio del novelista hecho reflexión. Reflexión acerca de sus lecturas, de sus simpatías, de los movimientos de su conciencia frente a los estilos artísticos y literarios que ha visto pasar, de los temas de nuestro tiempo en el ámbito de las letras, en fin de los variados aspectos de la vida que lo han tocado en sus sensibilidad creadora.
Sin ser ajeno a la realidad y al devenir de la literatura colombiana, su mirada trasciende nuestras fronteras y desde luego nuestro propio tiempo. Los 28 ensayos de "La liebre en la luna" muestran a Germán Espinosa como un hanbre universal, de mentalidad libre y abierta, polifacético, comprometido con sus temas, apasionado en su escritura.
Pasión que transmite vivamente en cada página de este libro con la cadencia de su bello estilo.