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ATIZANDO EL MITO DE LA PIAF

El hijo de Marcel Cerdan se presta para protagonizar el escandaloso romance que su padre vivió con la famosa cantante francesa.

27 de junio de 1983

En 1949, un avión que se estrellaba en la bahía de Nueva York acababa con la vida de todos sus ocupantes. Entre los muertos, calcinado e irreconocible, se encontraba Marcel Cerdan, el campeón mundial de los pesos medianos que, a los 33 años cumplidos, ya era toda una celebridad; años antes, cuando aún no era campeón de boxeo, había iniciado un tórrido romance con Edith Piaf, convirtiéndose en el único hombre que había querido realmente a la "Momme". Ni el muchacho oriundo de Armenia a quien ella le había enseñado a cantar y luego se haría conocer como el famoso Charles Aznavour, ni el joven meteco Georges Moustaki a quien un día llegó a obsequiarle la composición de "Milord", ni mucho menos Teo Gadajo, el joven boxeador que la acompañó en las postrimerías de su vida, dejarían una huella tan marcada en la famosa cantante del bajo Pigalle. Entre la multitud de hombres que siempre rodeaban a la cantante de 1.50 de estatura, a los cuales ella vestía y mantenía, Marcel Cerdan iba a ser recordado como el "amante" de la Piaf.
Y aunque Cerdan fue llorado por muchos, su muerte ponía término a una situación bastante embarazosa; al tiempo que mantenía un tortuoso romance con la Piaf y pasaba gran parte de su tiempo en París y los Estados Unidos, seguía manteniendo una vida en común con su esposa y sus tres hijos que hacía tiempo vivían en Marruecos. Luego de cada pelea, volvía a casa lleno de regalos y juguetes, y representaba a la perfección el papel de padre y esposo.
Sin embargo, el mayor de sus hijos, Marcel, bastante parecido a su padre, entablaría una intensa relación con la Piaf. Ella lo acompañaría a sus primeras peleas; y casi más de treinta años después, Marcel encarnaría a su padre en una película dirigida por Claude Lelouch, titulada "Edith y Marcel" .
Pero años atrás, antes de pensar en el hijo de Cerdan, Lelouch había considerado la posibilidad de llevar a la pantalla el idilico romance encarnado por Patrick Dewaere, el actor de moda en Francia y Evelin Vieux, que interpretarían a Marcel Cerdan y a Edith Piaf, respectivamente. El reparto, sin embargo, por un juego fatal del destino, quedaría incompleto: el 16 de julio de 1982, respondiendo al sino trágico que había perseguido la vida privada y a las canciones de la Piaf, Patrick se suicida, dejando a todos consternados: ¿Quién tendría el coraje e inspiraria la credibilidad para suceder a Patrick y revivir al idolo de la historia del ring?
Afortundamante para Lelouch, la respuesta llegaría pronto: Marcel Cerdan Jr., el hijo mayor del campeón, con la misma corpulencia y su manera de hundir la cabeza entre los hombros, parecía el único candidato capaz de suceder a Patrick. Con 40 años en su agenda y la misma ingenuidad confrontada con un destino excepcional, Lelouch no dudó en llamarlo y Marcel en aceptar. Sucumbía a la tentación de interpretar a su padre y estaba dispuesto a enfrentar los múltiples problemas de conciencia que se le crearían al encarnarlo.
Sin embargo, los mayores contratiempos eran de tipo físico: tenía que rebajar 10 kilos de peso y retornar al estado físico apropiado para concursar en el deporte del boxeo. Pierrot Slemani, su antiguo entrenador, se encargaría de ponerlo en forma con tres semanas de trotes y ejercicios, en que 10 kilómetros lo llevarían a pesar 70 kilos, el peso que su padre tenía cuando en 1948 habia conquistado el titulo mundial.
La película lleva casi dos semanas en los teatros de París y todavía es muy temprano para conocer cual ha sido su acogida dentro del público; pero no sería muy osado afirmar que la pelicula es algo más que un simple film: es la historia de dos amantes, interpretada por el hijo de una esposa abandonada que, a través de una película, no sólo conoce detalles sobre la vida de un padre desconocido, sino que hace realidad su único sueño desde los 14 años: ser campeón de bóxeo.