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Joaquín Sánchez S.J. , rector de la Javeriana, anunció que la universidad ya no será sede del Ciclo Rosa. | Foto: Gerardo Gómez

Polémica

Batalla rosa

La Universidad Javeriana anunció que, por primera vez en diez años, no acogerá el Ciclo Rosa, un festival audiovisual dedicado a la diversidad. Las presiones de grupos ultraconservadores tuvieron mucho que ver.

17 de agosto de 2013

El pulso entre la comunidad LGBTI y algunos sectores conservadores de la Iglesia es cada vez más fuerte. El último episodio de este enfrentamiento se presentó la semana pasada, cuando los directivos de la Universidad Javeriana de Bogotá anunciaron que no acogerían el festival audiovisual Ciclo Rosa en su sede. Desde hace diez años el festival, que complementa la muestra de cine gay con foros, debates y conferencias, es uno de los más importantes de la capital. 

“Es grave para la universidad, no para nosotros”, le dijo a SEMANA Julián David Correa, director de la Cinemateca Distrital, una de las entidades organizadoras. Correa cuenta que tan pronto se supo la noticia lo llamaron de otras universidades, como los Andes y el Rosario, que ofrecieron acoger el evento. 

“Lo que muestra esta reacción es que estamos en una sociedad que va más allá de la orientación sexual, que se preocupa por las libertades individuales y la reflexión inteligente acerca de las realidades sociales y culturales”, dice Correa.

En 2001 la Cinemateca Distrital, el Instituto Goethe y el Instituto Pensar de la Universidad Javeriana hicieron realidad la iniciativa de programar un ciclo internacional de cine homosexual enmarcado en un contexto académico que analizara el fenómeno desde una perspectiva social, política y estética. Desde entonces, la Universidad Javeriana acogió el Ciclo Rosa dentro de la rama de los estudios culturales que abordan las temáticas de género, que incluyen la homosexualidad.
 
Pero este año el padre Joaquín Sánchez S.J., su rector, sorprendió al decidir no apoyar la muestra. Dijo que lo hizo presionado por sectores radicales de la Iglesia, y las directivas del Instituto Pensar afirman que la decisión busca proteger los debates académicos de las protestas y manifestaciones públicas de quienes quieren boicotear el evento.

Todo empezó en las redes sociales y en Aciprensa, un portal de periodismo católico, que convirtió el Ciclo Rosa en su caballo de batalla para atacar el pensamiento progresista de la comunidad jesuita. 

“Esta es una campaña de desprestigio y de insultos contra la Compañía de Jesús, ni siquiera es contra las personas diversas sino contra jesuitas con nombre propio como el padre Alberto Múnera, el padre Carlos Novoa y el padre Alfonso Llano”, le dijo a SEMANA Carmen Millán, directora de Estudios de Género del Instituto Pensar.

El episcopado colombiano celebró que el Ciclo Rosa académico saliera de la Universidad Javeriana, por considerarlo un evento que  promueve la homosexualidad. “Nos alegra sobremanera esta movilización de los laicos”, dijo el secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor José Daniel Falla. Pero la campaña que propició la decisión de la universidad contó tan solo con 831 firmas, una cifra pequeña frente a los más de 8.000 espectadores que el ciclo recibe cada año.

El padre Carlos Novoa S.J., jesuita y profesor de la Universidad Javeriana, defendió el evento: “Nosotros no promovemos la homosexualidad, que es un hecho que merece nuestro respeto y consideración. Los homosexuales deben ser respetados y no deben ser perseguidos. Este es un evento que analiza un hecho social como cualquier otro que requiere estudios académicos”.

A pesar de la controversia, el Ciclo Rosa empieza el próximo13 de septiembre en sus otras sedes. Entre sus invitados se  encuentra el alemán Kristian Petersen que, además de dramaturgo y músico, es director de ópera. También estará presente la artista plástica Barbara Hammer, icono cultural estadounidense, activista, realizadora audiovisual y artista de performance. Formarán parte de un grupo de invitados que contribuirá a dar brillo al debate civilizado de las ideas.