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Esta es una oda melancólica al mundo de los toros y el flamenco.

CINE

Blancanieves

Esta película española, ambientada en los años veinte, muda y en blanco y negro, es una versión al mismo tiempo arriesgada y convencional del cuento de hadas. ***

Manuel Kalmanovitz G.
27 de julio de 2013

Año: 2012
País: España
Director: Pablo Berger
Guion: Pablo Berger
Actores: Maribel Verdú, Daniel Giménez Cacho, Ángela Molina.
Duración: 104 minutos

Blancanieves es una película extraña, un homenaje al cine mudo donde no aparece el cine, una oda nostálgica a la España del flamenco y los toros estéticamente más cercana a las líneas y curvas del art nouveau que a la simplicidad brutal de sus paisajes semide-sérticos. Es también un homenaje a los cuentos de hadas donde lo sobrenatural no está presente y donde la naturaleza no es inquietante ni protagónica.

El referente más claro es, obviamente, El artista, la película francesa que en 2011 salió de la nada para seducir a Cannes y a los votantes del Oscar con su combinación de autorreflexión, sensiblería y novedad: pero la comparación no es del todo justa. Esta película española es mucho más inocente en su aproximación al cine mudo, como si la viabilidad comercial de una película fuera igual hoy que hace 80 años.

En una entrevista, el director Pablo Berger contaba que la chispa inicial fue una fotografía de Cristina García Rodero donde unos enanos toreros miraban fijamente a la cámara, aunque la película no comparte la fuerza básica de la inmediatez documental.

Blancanieves comienza en una corrida de toros editada veloz y sicodélicamente. Hay un popular torero, Antonio Villalta (Daniel Giménez Cacho), que saluda a su esposa desde la arena. Los blancos son muy blancos y los negros muy negros. Todos esos adjetivos que usan los cronistas taurinos (gallardía, valor, templanza) están ahí. Es de verdad un viaje en el tiempo a una época en la que estos espectáculos nada tenían de problemático.

Pero en el ruedo todo sale mal. Cornean al torero, la esposa entra a parto y luego muere. La niña es criada por su abuela hasta que ella también muere y termina llegando a casa de su padre, que está lisiado y vive con su nueva esposa, Encarna (Maribel Verdú), una mujer celosa y malévola. 

Esta mala es lo mejor de la película. Verdú, ni corta ni perezosa, le saca el máximo provecho a la maldad que le han puesto a encarnar. Sus sonrisas, por ejemplo, no son simples sonrisas sino que suceden en dos o tres tiempos. Primero se insinúa, luego retrocede como sorprendida y luego, ya más segura de sí, vuelve a emerger triunfante. Es una maldad que se saborea.

En contraste, la bondad de Blancanieves (Sofía Oria en la niñez y Macarena García más adelante) es simplona y genérica, y su relación con los enanos no ofrece mayores sorpresas.

En último término es difícil entender las motivaciones de esta película, aparte de intentar hacer en el presente la clase de entretenimiento ligero que se hacía antes de la llegada del sonido en 1928. Porque Blancanieves no se acerca al cine mudo con el ánimo experimental de algunos autores del presente (como Guy Maddin) y la decisión de hacerla en blanco y negro y muda, que es arriesgada y se ve muy bien, en últimas no le agrega mayor cosa. 

A nivel temático, el reemplazo de los elementos sobrenaturales por un realismo de baja intensidad es otro enigma más. Es como haber comprado una baraja de cartas mágicas para jugar el solitario más común y silvestre. 

Nota: Esta cinta hace parte de la Muestra de Cine Español que se realiza en Bogotá, Cartagena, Medellín, Barranquilla y Cali. 

CARTELERA

**** Excelente    *** 1/2 Muy buena    *** Buena    **1/2 Aceptable   ** Regular    * Mala 

Titanes del Pacífico ***
Unos robots gigantes se enfrentan a monstruos también gigantes, en esta espectacular película de Guillermo del Toro.

Mi villano favorito 2 **½
Una vez regenerado, Gur, el exvillano y padre adoptivo de tres tiernas niñas, les ayuda a las autoridades.

El llanero solitario **
El equipo de Piratas del Caribe reinventa con más ironía que gracia a este héroe del oeste. El resultado es ambiguo.

21, La gran fiesta *½
Copia de ¿Qué pasó anoche? reemplazando a los treintañeros inmaduros por unos veinteañeros vulgares.