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El reto Charlie Charlie se esparció por el mundo como un juego paranormal que permitía la comunicación con un demonio llamado Charlie. Luego se conoció que se trataba de una campaña de Warner Bros para promocionar su película ‘La horca’.

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‘Reto Charlie Charlie’: una campaña ‘diabólica’

Desde la semana pasada Charlie Charlie se convirtió en una de las estrategias de ‘marketing’ viral más famosas del cine.

6 de junio de 2015

“Estimados padres de familia: hemos tenido conocimiento de que algunos de nuestros jóvenes están muy curiosos y experimentando con el ‘juego’ que ha sido tendencia mundial en los últimos días que se llama Charlie Charlie. Este es una versión  casera de la ‘ouija’… Es importante que le expliquen a sus hijos por qué no es conveniente este tipo de juegos”. Un colegio de Bogotá envió este mensaje al correo electrónico de los familiares de sus alumnos. Querían advertir sobre los “peligros” de este juego que, con una hoja de papel y dos lapiceros dispuestos en cruz, busca la comunicación con un demonio llamado Charlie.

La creencia se esparció por el mundo, generó miles de titulares de noticias sobre adolescentes poseídos después de haberlo jugado y en Colombia puso a hablar a los colegios, a la Policía, y hasta al propio gobierno, que dijo que se trataba de un juego inofensivo que “nada tiene de diabólico”.

Luego se supo que todo este revuelo era culpa de Warner Bros., quien lanzó el juego como una estrategia para promocionar la película La horca. Y cumplió ese objetivo con creces. El reto Charlie Charlie pasará a la historia como una de las estrategias de marketing viral más exitosas del cine.

Logró un lugar de privilegio en ese tema, al lado de películas como El proyecto de la bruja de Blair cuyos creativos lograron convencer al público de que se trataba de un documental sobre tres estudiantes, que desaparecieron en el bosque mientras investigaban la existencia de una bruja. Esta película no solo se ganó el título de una de las más rentables del cine (costó 600.000 dólares y recaudó 248 millones de dólares), sino que logró crear una de las campañas virales más célebres cuando internet todavía era incipiente (1999).

Mónica Estrada, marketing

mánager de la United International Pictures, dice que “aunque estas campañas no garantizan que la gente va a ir a ver la película, todo lo que sirva para empezar a construir expectativa es válido, sobre todo si es a bajo costo como este tipo de estrategias. La idea es construir comunidad alrededor de la película”.

Los filmes de terror encabezan los listados de las campañas virales más exitosas. Aquí van tres ejemplos. Uno: Actividad paranormal. Sus productores utilizaron las redes sociales para difundir videos con las reacciones de pánico de los espectadores, lo que llevó a esta película de bajo presupuesto y altísima rentabilidad (costó 15.000 dólares y recaudó 193 millones de dólares) a ser trending topic.

Dos: El último exorcismo. Los creativos de esta cinta anunciaron su llegada utilizando Chatroulette (una red social de videoconferencia que pone en contacto a los participantes de forma aleatoria). El método era el siguiente: una joven atractiva coqueteaba con los participantes del chat y, cuando tenía toda su atención, se transformaba en una mujer poseída que retorcía el cuello. Las reacciones de terror de los participantes se propagaron en seguida.

Y tres: Annabelle. La muñeca diabólica de la película El Conjuro se posicionó en las redes sociales a través de una cámara ‘escondida’ grabada en Brasil, en la que un grupo de empleadas domésticas, que limpiaba una mansión abandonada, eran acorraladas por Annabelle en una habitación acondicionada con los efectos especiales más sofisticados.

David Estrada, copywriter de la agencia de publicidad DDB Colombia, dice que “este tipo de campañas buscan incentivar la curiosidad para que de ahí se derive un clic y la gente entre en una interacción directa con una imagen o un video. Esas personas seguirán compartiendo ese material”.

La lista es larga y no se limita a los filmes de terror. Solo por dar otro ejemplo está Batman: el caballero de la noche, que empezó con una campaña electoral en internet para la elección del nuevo fiscal de distrito de Ciudad Gótica y aliado de Batman, Harvey Dent, y continuó con el sabotaje a su propaganda. De la noche a la mañana en los afiches con el rostro de Dent empezó a aparecer una sonrisa roja pintada con aerosol. Se estaba anunciando la llegada del legendario Guasón.