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CITA EN LA PLAYA

Una muestra variada y el suspenso por la venida de Valerie Kaprisky caracterizan el Festival de Cartagena 1985.

8 de julio de 1985

Aunque este año los organizadores del festival de cine de Cartagena han sido excesivamente discretos y parcos, sin atreverse a asegurar la llegada de ninguno de sus invitados al evento que arranca este viernes 14 con la proyección de la nueva película de Woody Allen, "La rosa púrpura del Cairo", ya todos comienzan a sentirse inquietos ante la posibilidad, sólo la remota posibilidad de que ella, la francesita más sensual, coqueta y agresiva que ha surgido desde cuando Brigitte Bardot se chupaba el pulgar ante las cámaras: Valerie Kaprisky, invitada a actuar como jurado de la muestra iberoamericana junto a otro mito viviente, Cantinflas, aterrice en esas playas calientes.
Que llegue, no importa cómo ni de dónde, pero que llegue, es el deseo sublimado de miles de admiradores que ya tienen listos sus abonos para, por lo menos, entrar al teatro y respirar el mismo aire acondicionado que ella.
El festival sigue dirigido por un auténtico veterano en estas lides, Víctor Nieto Núñez, pero este año, coincidiendo con la celebración de los 25 años, Focine ha tomado las riendas administrativas y de programación, y con el fin de asegurarse un material fresco contrató como asesor internacional a Atahualpa Lichy, quien durante los últimos cinco años ha dirigido la acción "Una cierta mirada" en Cannes.
Unas 150 películas serán exhibidas durante la muestra que está dividida en estas secciones: una competitiva, dedicada al área iberoamericana (con películas de Latinoamérica, Portugal y España); una informativa con películas de esa misma zona; un festival de festivales con algunas de las películas premiadas recientemente en distintos países; un especial del cine francés; un homenaje a Carlos Gardel, otro a Cantinflas; una muestra del llamado cine de alternativa y sentido político, y una internacional con películas estrenadas recientemente en Estados Unidos y Europa.
Pocos eventos han sido más criticados, atacados, zarandeados y también defendidos én este país como el festival de Cartagena. Auspiciado durante todos estos 25 años (a excepción de dos ocasiones cuando Isadora de Norden y Focine intervinieron en franca oposición a la voluntad de los cartageneros quienes temían que el evento fuera trasladado a otras ciudades), por la Corporación Festivales de Cine de Cartagena, cuyo actual presidente es José Enrique Rizzo Pombo, la muestra siempre ha reflejado lo bueno y lo malo del cine internacional, porque hasta hace algunos años el material estaba dominado por las distribuidoras transnacionales que tienen su sede en Bogotá, quienes aprovechaban toda la publicidad de los distintos medios nacionales para hacer una premiere gigantesca de sus películas. Sin embargo, gracias a la amistad del hijo del director del evento, Víctor Nieto Jr., con actores y realizadores norteamericanos y europeos de la corriente underground, ha sido posible que en Cartagena se vieran películas de Paul Morrissey, Andy Warhol y otros que comercialmente jamás hubieran llegado.
Sin embargo, la misma presión del cine latinoamericano, especialmente de Cuba, Argentina, Brasil y Venezuela sobre las salas no comerciales del país, hizo que esta clase de películas, la mayoría realizada con escasos fondos y destinadas a encontrar reacciones políticas, se fueran apoderando cada vez más de la cartelera del festival.
Aunque Cartagena no tiene el derroche de Cannes, ni el exotismo de Río de Janeiro, ni la politización del festival de La Habana, ni la tensión de San Sebastián, ni el hermetismo de Moscú, ni la tecnificación de Nueva York, San Francisco y Chicago, ni el estruendo de Mérida y Huelva, en cambio tiene un elemento que los demás eventos jamás tendrán: el ambiente cálido y espontáneo de Cartagena donde cualquier estudiante de bachillerato es capaz de sentarse frente a un crítico de Medellín o Manizales a discutir sobre la nueva película de Fassbinder o la actuación de Jack Nicholson. Y ese es uno de los beneficios que el festival ha dejado a su ciudad: formar el público más conocedor, más exigente y también el más entusiasta en materia de cine como lo prueba el que Cartagena tenga siempre una de las más altas taquillas para las películas supuestamente difíciles.
Ahora, en estas Bodas de Plata, mientras algunos echan de menos las rumbas con las estrellas y la sombra de los famosos como Roman Polanski, Trevor Howard, Catherine Deneuve (cuando no era Catherine Deneuve), Rita Haywort, Jack Nicholson, Richard Dreyfuss, Esther Williams, Josef von Stenberg, Paul Schrader, Lucha Villa, Manuel Gutiérrez Aragón, José Luis Borau, Leopoldo Torre-Nilson, Beatriz Guido, Leonardo Favio, Román Chalbaud, Clemente de la Zerda, Dominique Sanda, Bernardo Bertolucci, entre otros, algunos apelan a ejercicios de yoga para mirar al menos una mínima parte de una programación que incluye, entre otras, las siguientes películas:
-En el Festival de Festivales: "Corrientes de amor" de John Casavettes; Yol de Yimaz Gisney; "La mujer y el extranjero" de Rainier Simón; "La balada de Narayama" de Shohei Imamura; "Cóndores no entierran todos los días" de Francisco Norden, "Prenombre, Carmen" de Jean Luc Godard y "París, Texas" de Wim Wenders y Sam Shepard;
-En el homenaje a Cantinflas se proyectarán sus películas: "El siete machos", "Los tres mosqueteros", "El bolero de Raquel", "Sube y baja", "Abajo el telón" y "Ahí está el detalle";
-En la muestra internacional: "La sangre es caliente" de Wen Yan; "El elemento del crimen" de Lars von Trier; "Los gritos del silencio", de Roland Joffe (el mismo realizador de "La Misión" en escenarios colombianos, con Robert de Niro); "Brasil" de Terry Guilliam; Another Country de Marek Kameuska; "Tango mio" de Jana Bokowa; Local Heroe de Bill Forsyth; "Diario para mis hijos" de la húngara Marta Metzaros; "El baile" de Ettore Scola; "Carmen" de Francesco Rossi quien, en principio, estaría en Cartagena con el fin de iniciar el rodaje de "Crónica de una muerte anunciada" en Mompós); "El tiempo del sol tranquilo" de Krystof Sanussi; "Palermo" de Werner Schoroeder; "Un amor de Swan" de Volker Scholondorff, dos películas de Bergman, "Fanny y Alexander" y "Después del ensayo", "La noche de la luna esmeralda" del checo Vaclav Matejka.
También las norteamericanas "Los amantes de Maria" dirigida por un soviético, Andrek Konchalovsky, con Nastassia Kinski, Robert Mitchun y John Savage; "La rosa púrpura del Cairo", la más reciente de Woody Allen en la que cuenta lo que ocurre cuando el protagonista de una película se sale de la pantalla, fascinado con la belleza de una muchacha que todas las tardes asiste a la misma hora y se sienta en la misma butaca a mirar la misma película. También ponen "Buscando desesperadamente a Susan", dirigida por una mujer, Susan Seildelman y Mishima de Paul Schrader, rodada en el Japón, si logran subtituirla.
Habrá una muestra paralela con cinco películas de Carlos Gardel.
-En homenaje al cine francés serán proyectadas películas de: Jean Luc Godard, Marguerite Duras, Alain Resnais, Francois Truffaut, Eric Rohmer y otros.
La que algunos consideran el lado más significativo del Festival a nivel político e ideológico, la sección dedicada a las películas iberoamericanas, será la única competitiva (la ganadora se lleva la India Catalina en oro, así como el actor, la actriz, el guionista y el director que más se destaquen), por estos títulos: las argentinas "Historia oficial" de Luis Puenzo (Norma Aleandro ganó con ella en Cannes), "Asesinato en el Senado de la nación" de Juan José Susid y "Los días de junio" de Alberto Fishcerman; la brasilera "La patria amada" de Tizuka Yamasaki; la colombiana "Pisingaña" de Leopoldo Pinzón; las cubanas "El corazón sobre la tierra" de Constante Rapi Diego y "Se permuta" de Juan Carlos Tabio; las españolas "Tasio" de Montxo Armendáriz, "Río abajo" de José Luis Borau (quien había ganado en Cartagena con "Furtivos"), y "La noche más hermosa" de Manuel Gutiérrez Aragón. Habrá una portuguesa, "El lugar del muerto" de Antonio-Pedro Vasconcelos, una boliviana, "Los hermanos Cartagena" de Paolo Agazzi, una chilena, "Hechos consumados" de Luis Vera y por Venezuela compiten, "Un solo pueblo" de Manuel de Pedro y "Orinoko Nuevo Mundo" de Diego Risquez.
Como si todas las películas anteriores no fueran suficientes (falta confirmar otros títulos internacionales con problemas de subtitulación o transporte, como "Alas de libertad" de Alan Parker, mientras otras que ya estan listas, como "Cosechas de ira" con Jessica Lange, han despertado el mayor interés, asi como Local Heroe de Bill Forsyth), también se realizará una muestra de películas iberoamericanas que no compiten y entre las que se encuentran "El juguete rabioso" de José María Paoloantonio, "El beso de la mujer araña" de Héctor Babenco sobre la novela de Manuel Puig con la que William Hurt ha ganado en Cannes, "Contar hasta diez" de Oscar Barney Finn, "Amargo mar" de Antonio Eguino, la cubana "Jíbaro", "La segua" de Antonio Iglesias, la española "Tú solo" de Teo Escamilla quien de camarógrafo ha saltado a la dirección, "Los motivos de Berta" de José Luis Guerin y "Qué he hecho yo para merecer todo esto" de Pedro Almodóvar, ambas españolas, la mexicana "Mojado Power" de Alfonso Arau, y la venezolana "Macho y hembra" de Mauricio Wallerstein.
El jurado está compuésto por críticos, realizadores y actores nacionales y extranjeros y en él se cuenta, en principio, con la participación de Valerie Kaprisky y Cantinflas.
Poder mirar en una misma semana películas como "Los gritos del silencio", "Cosechas de ira", "Historia oficial", "La rosa del Cairo", "La balada de Narayama", "Fanny y Alexander", las películas de Cantinflas, las de Godard y Francesco Rossi, además de otras que también serán exhibidas como "Fitzcarraldo" de Herzog y "Danton" de Andrej Wajda, aunque no podamos respirar el mismo aire acondicionado que Valerie Kaprisky, ya es algo formidable.