Criminal de calidad

Alejandro Ruiz es un colombiano común y corriente, maneja un taxi y su novia va a tener un bebé. Un día es testigo de un asesinato en medio de un atraco y su vida cambia para siempre. Asesinan a su padre y el dolor lo lleva a tomar la justicia en sus propias manos y termina envuelto en un mundo sórdido de armas y de venganza.

Esa es la historia que narra la nueva serie de suspenso Criminal, el camino del mal, realizada por Caracol, proyectada en 26 capítulos. Se trata de la versión colombiana de la serie del mismo nombre de la productora argentina Ideas del Sur, adaptada por Manuel Arias y dirigida con acierto por Diego Mejía y Germán Porras.

Sin duda la actuación de Robinson Díaz, quien interpreta a Ruiz, es magistral y termina de darle al formato un toque de gran calidad e interés. Sin embargo, las cifras de rating no respaldan con contundencia esta tesis quizá por fallas de estrategia en la programación. La serie alcanza un share de 33,7 por ciento en sus dos primeros capítulos porque enfrente tiene a un gigante muy bien posicionado: Hasta que la plata nos separe de RCN, que acumula 44,7 por ciento.

Trata un tema que toca a las sociedades urbanas modernas y una historia que le puede suceder a cualquiera que vaya caminando por la vida sin problemas con nadie. Evidencia la capacidad de violencia de todos los seres humanos y su sed de justicia.

La fotografía es impecable, y la puesta en escena, inteligente. Como pocas veces se ha logrado en la televisión nacional, recrea el aire de suspenso. Es una acertada apuesta para suceder a Sin tetas no hay paraíso, que delata que Caracol va a apostarles a las series, ese género tan amado por los libretistas y creativos, y tan discriminado por los contadores y productores por ser menos rentable que las alargables telenovelas.