Home

Cultura

Artículo

¿CUAL NEOLIBERALISMO?

Energías en balde para actualizar las doctrinas neoliberales.

20 de diciembre de 1982

La empresa Legis Ltda., de tan próspero desarrollo en la Colombia liberal de las últimas dos décadas -incluido el período del Frente Nacional-, ha auspiciado la traducción al castellano de la obra que con el título inglés de "The New Liberalims-The Future of Non-collectivist Institutions in Europe and U.S." publicó el "Center for Political Research and Information" con sede en Atenas. Recoge este libro -editado en las modernas y lujosas instalaciones de Legislación Económica Ltda. de la Avenida Eldorado- las ponencias y discusiones de Seminario que tuvieron lugar durante el "Simposio de Atenas", efectuado en mayo de 1981 por especial convocatoria de aquel Centro, sobre el tema del Neo-liberalismo y su futuro institucional. Asistieron a esas discusiones distinguidos exponentes de la economía, la politología y la sociología de algunos países europeos y de los Estados Unidos, quienes durante un par de semanas se dedicaron a discutir las siete ponencias básicas, todo lo cual aparece recogido en el volumen que se comenta.
¿Qué impulsó a Legis Ltda. a afrontar el crecido gasto que sin duda le significó la edición de este libro? Nos lo dice su Gerente General, el doctor Tito Livio Caldas, en la nota de presentación que lo antecede: A más de conmemorar el trigésimo aniversario de su floreciente empresa, la creencia que como editor posee en el sentido de que "los factores intelectuales han tenido mayor peso que los materiales en la conformación de la historia" y el propósito de "traer a nuestra área idiomática ideas útiles y temas de debate ideológico que, indudablemente, constituirán un aporte para nuestro desarrollo político" y que "responden a la necesidad de la actualización ideológica, tan necesaria para la dirigencia política colombiana".
Esas ideas y esos temas no son otros que los del denominado, en Inglaterra "new liberalism", o sea aquella escuela que "hace énfasis en la libertad de la iniciativa privada, el funcionamiento de una libre economía de mercado, y la limitación del papel del Estado", según expresa el Prefacio de la edición original. Es decir, en síntesis los viejos ideales del más recalcitrante liberalismo manchesteriano, con sus ya más que desuetos postulados del "laissez faire, laissez passer", muertos y sepultados en virtud del contenido social y humanista que durante la segunda mitad del siglo XIX fue adquiriendo el viejo liberalismo, tozudamente individualista, para hacerlo compatible, ya no sólo con la libertad de la persona, sino con su dignidad y su seguridad. Ese pretendido "neo-liberalismo" -cuyas tesis aspira a difundir entre nosotros el doctor Caldas- no es otra cosa que la pretensión de resucitar las más odiosas y ciegas formas de explotación del hombre por el hombre, mediante la cual desaparecerían los derechos sociales de los trabajadores, sus sindicatos y sus más caras reivindicaciones, para establecer nuevamente el predominio del empresario explotador y abusivo. Pues no otra cosa significa la anulación del papel del Estado como regulador y tutelador de la economía y de las relaciones, de por sí desiguales entre patronos y trabajadores, o como agente de primer orden en el manejo de los fenómenos sociales de un país.
Pero, en realidad, si se lee con todo cuidado este libro, se podrá observar cómo las tesis reaccionarias de muchos de los ponentes -como el doctor Lewis E. Lehrman, apologista del régimen de Reagan y de la Escuela de Chicago, o como el profesor Kenneth Minogue, agente del conservatismo inglés, estilo señora Thatcher- resultan completamente desbaratadas en las discusiones del Seminario que subsiguieron. De manera que en las tesis expuestas allí por algunos de los participantes en este Simposio (un hombre de tantas resonancias platonianas y que no obstante la sede ática que quiso dársele, no tiene nada que ver con el antiguo "Symposium" griego), se encuentran muchos de los argumentos que contradicen válidamente ese pretendido "neo-liberalismo", mediante el cual disimuladamente se tratan de "reencauchar" ideas y doctrinas absolutamente obsoletas, que no podrán volver a la vida ni siquiera por los actos de taumaturgia económica en que se halla empeñado el señor Milton Friedman (para quien es "un delito contra la libertad personal el gastar dinero en la higiene pública de las ciudades", según anota el profesor John K. Galbraith).
De manera que yo creo con toda sinceridad que Legis Ltda. y su supremo ejecutivo el doctor Tito Livio Caldas, han gastado energías en balde, si aspiraban -al publicar este libro en nuestro idioma- a actualizar ideológicamente a la dirigencia política colombiana, mediante la propagación entre nosotros de unas tesis que ya, en el momento presente, han sido además tozuda e históricamente controvertidas por acontecimientos recientes: el triunfo del socialismo en Francia, Grecia, Suecia y España, que ha lanzado a la desbandada a este necio y pretensioso "neo-liberalismo" que el doctor Tito Livio Caldas -antiguo hombre de izquierda antes de ser próspero empresario- ha querido insuflarnos editorialmente. Algo bien distinto del "moderno liberalismo" aparecido después de la Segunda Guerra Mundial, que hace de esa escuela política algo cada vez más orientado hacia los profundos contenidos sociales que se echaban de menos en la vieja doctrina inglesa.