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DE PUEBLO EN PUEBLO

La gira de un circo sirve de pretexto al director de "Bye Bye Brasil" para mostrar la realidad del interior del país

12 de septiembre de 1983

Un gran camión destartalado en el que viajan tres curiosos personajes, conforman lo que pomposamente se llama "La Caravana Rolidei". Ella va de pueblo en pueblo presentando su espectáculo circense: Andorinha el hombre más fuerte del mundo, Salomé, la reina de la rumba y Lord Cigano, un mago cuyo número cumbre es hacer nevar en pleno trópico como en "cualquier -dice Cigano- país civilizado del mundo". Se trata de la película "Bye Bye Brasil" de Carlos Diegues, uno de los fundadores del llamado "Cinema Novo" movimiento que tuvo su auge en el comienzo de la década del sesenta. Diegues nació en Alagoas, uno de los más pequeños y pobres estados en el noreste del Brasil, aunque desde muy joven se trasladó a Rio de Janeiro donde se desempeñó como periodista, poeta y crítico de cine. Desde esos tempranos años mantuvo una constante actividad cinematográfica, tanto en la teoría como en la práctica, logrando siempre producir, controversia con sus escritos y sus películas. De todas maneras los años del "Cinema Novo" siempre se han recordado por su inconformidad y su vigor expresivo, producto, entre otras cosas, de su pretensión de aunar el elemento artístico y el contenido social en un sólo cuerpo. "Bye Bye Brasil" toma como escenario las tierras miserables del interior del país. La pobreza de sus gentes, como un peso que parece haber soportado eternamente, aparece en cada uno de los pueblos visitados por la "Caravana Rolidei". Con esta película, Diegues no está preocupado por buscar nuevas formas expresivas, sino que simplemente utiliza la cámara como una forma de llevar al espectador de la mano por el interior del Brasil y mostrarle que este país es algo más que la imagen exótica y carnavalesca que le ha sido imprimida por las compañías de turismo. Un Brasil donde parece que el tiempo se hubiera detenido, y que ahora comienza a experimentar una especie de tensión entre lo arcaico y lo moderno, entre el aire de la selva y la polución que comienza a sentirse en sus modernas metrópolis. Es una película sobre un país que comienza a desaparecer para dar paso a otro que surge con un ímpetu arrollador. Sin embargo, Diegues en ningún momento puede precisar exactamente donde comienza el uno y donde termina el otro. Según él mismo afirma: "Yo solamente registro ese particular momento, esa especie de límite, utilizando la historia de cuatro personas que, como cualquiera de nosotros, busca abrirse paso en la vida".
Carlos Diegues, ha logrado dejar atrás, no sin algo de nostalgia, los postulados primordiales del "Cinema Novo" en donde el cine era considerado como una fiesta de metáforas, de alegorías, de símbolos, con los que se trataba de liberar lo que en esos años se llamaba, con no poca ostentación, "el inconsciente mágico latinoamericano" o lo "real maravilloso" y, otra expresión muy en boga en el panorama literario de esa época. Según Diegues, esta experiencia "fue como cruzar el océano del interior del Brasil de la misma forma en que los exploradores del pasado atravezaron otros mares. Excepto que ahora la magia del cinema, el misterio de sus imágenes es capaz de capturar el país sin necesidad de la retórica. Uno tiene que dejar que la película se haga ella misma". El resultado final de esta cinta es muy parecido al de los antiguos diarios de viajes en los que los exploradores iban anotando sus impresiones. "Bye Bye Brasil" es una recopilación de las impresiones que Carlos Diegues y su equipo iban teniendo a lo largo de su travesía por el interior del país Un país, al cual, según Diegues, "debemos" decir adios. Tenemos que despedirnos de un Brasil que no podíá existir eternamente y acabar con los razonamientos un poco románticos que sobre él habian existido".