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Escándalo americano

La película ganadora de tres Globos de Oro la semana pasada está basada libremente en la operación Abscam, que el FBI montó en colaboración con un estafador de poca monta a finales de los setenta. ***

Manuel Kalmanovitz G.
18 de enero de 2014

Título original: American Hustle
Año: 2013
País: Estados Unidos
Director: David O. Russell
Guion: Russell y Eric Singer
Actores: Christian Bale, Jennifer Lawrence, Amy Adams
Duración: 138 min

El título en español de esta película entra a la lista de traducciones mal pensadas que no tienen que ver ni con el título original ni con la película misma. No hay mayor escándalo. Lo que hay es estafas y torcidos. ‘Chanchullo estadounidense’ le quedaría mejor y sonaría más como lo que es.

En el centro de la película está Irving Rosenfeld, un estafador de poca monta interpretado asombrosamente por Christian Bale que lo muestra como un tipo complejo, al mismo tiempo inseguro y arrogante, vanaglorioso y resentido. Desde el comienzo, Bale logra transmitir estas contradicciones profundas de un tipo a punto de estallar sin usar más herramientas que su manera de mirar y andar.

Eso está complementado con sendos primero planos de la barrigota expandida y brillante que ganó para hacer su papel (dice la prensa que subió 20 kilos) y de una calva igualmente brillante que cubre de forma elaborada en los primeros minutos de la película con un peluquín lanudo y negro que parece un pedacito de french poodle.

Viendo el contraste entre la seriedad de Bale y la forma en que muestran al personaje, da la impresión de que hubiera un duelo entre el actor, que quiere darle profundidad sicológica, y el director David O. Russell, empeñado en mostrarlo como una caricatura patética de mal gusto setentero.

El grueso de Escándalo americano muestra el enredo en que se meten Rosenfeld y su amante y compañera de estafas (Amy Adams), cuando un trepador agente del FBI (Bradley Cooper) los chantajea para que le ayuden a capturar peces más gordos, empezando por el alcalde de una ciudad en Nueva Jersey (Jeremy Renner). Pero lo más horrorosamente cómico de la película es la relación entre Rosenfeld y su esposa, una harpía manipuladora y egoísta brillantemente interpretada por Jennifer Lawrence.

En esta tribu de estafadores no hay nadie muy bueno ni muy malo: difieren en su nivel de patetismo y poco más.

La película continúa con el estilo que Russell ha desarrollado en Los juegos del destino y El peleador, una mezcla controlada de glamour de Hollywood con chispazos inesperados de realismo. Es una combinación que funciona para que las estrellas lo parezcan un poco menos y para que los espectadores creamos un poco más en la fantasía que estamos viendo.

Pero es un balance que se inclina claramente hacia el glamour y la irrealidad de Hollywood. El realismo que ofrecen unos rostros arrugados y una forma de expresarse abrupta y poco fluida es apenas un barniz.

Esta es una historia que hemos visto a menudo, de estafadores enredados con sus estafas, de simuladores que ya no pueden distinguir lo real de lo simulado, de estafados que caen en la trampa por querer creer, pero todos estos son temas que Escándalo americano menciona sin desarrollar. Es una película brillante y llamativa, divertida y cómica, pero también superficial, con destellos de una profundidad (gracias a Bale) que nunca se concreta.

CARTELERA


**** Excelente *** 1/2 Muy buena ***Buena 1/2 Aceptable  **Regular *Mala

Frozen: una aventura congelada ***
La más reciente cinta de Disney sigue las aventuras de una princesa que debe evitar el congelamiento de su reino.

La cocinera del presidente ** 1/2
Película francesa que utiliza un molde hollywoodense para contar la historia de la mujer del título.

No se aceptan devoluciones **1/2
En esta película sentimental, un padre mexicano que cría a su hija en Estados Unidos debe luchar por su custodia.

La vida secreta de Walter Mitty **
Esta azucarada película sigue las aventuras de un tipo soso que se la pasa jugando con la imaginación.