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FA, SOL, LA... SI A LA OPERA

A pesar de los pronósticos en contra, los aficionados tendrán ópera en 1983.

21 de marzo de 1983

En los meses finales del último año, los afectos a la ópera nos preguntábamos si las ya tradicionales temporadas colombianas continuarían llevándose a cabo bajo la nueva administración de Colcultura. Ante la duda, los operáticos caímos en la trampa de asumir una posición defensiva del espectáculo, como si éste necesitara de justificaciones y no estuviera ya, en todo el mundo, por encima de la polémica.
Por otra parte, el nombre de la ópera de Colombia tiene una cierta resonancia internacional y, desde un punto de vista más parroquial, siete años continuos en la realización de un espectáculo exigente, le dejaron a las infraestructuras musical y teatral del país unos frutos que, lejos de toda sospecha, son valiosos y merecen perdurar.
Finalmente, el pasado siete de febrero se produjo humo blanco: el ministro de Educación, Dr. Jaime Arias, afirmó de manera enfática que la temporada de ópera correspondiente al año 83 se llevaría a cabo por voluntad expresa del Presidente Betancur. Con tal fin se conformó una nueva organización de la ópera de Colombia, en la cual el aspecto artístico depende del Instituto de Cultura, y el manejo financiero está a cargo de Procultura, a través del Dr.Alvaro Fernandez de Soto quien fue designado gerente de la ópera.
El nuevo director artístico de la empresa, por delegación del Colcultura, es el bajo caleño Francisco Vergara Sardi quien, amén de profesional del canto, conoce bien los recursos disponibles en el país, por haber sido en el pasado una especie de subdirector ad hoc de la ópera y un gran colaborador de los directivos, en lo que se refería a control de calidad. Vergara, vinculado a la Compañía Estable de la Opera de Colonia, puede ser un excelente canal para continuar contando con la presencia de serios profesionales alemanes que, como Willy Decker y el doctor Michael Hampe, fueron los artifices escénicos del ascenso de calidad que tuvo la ópera en los últimos años.
Respecto al Dr. Hampe, vale la pena destacar entre otros aspectos, que se trata del Superintendente General de la Opera de Colonia, que es invitado frecuente a realizar producciones en el Festival de Salzburgo, y que ha sido nombrado este año, por el presidente Mitterrand, jurado de un concurso internacional, abierto para seleccionar el proyecto definitivo del nuevo teatro de ópera que se construirá en la Plaza de la Bastilla en París.
De manera extraoficial, se informó que los títulos escogidos en principio para la temporada de Colcultura de este año, son "Carmen" de Bizet, "El barbero de Sevilla" de Rossini, "Madame Butterfly" de Puccini, "El matrimonio secreto" de Cimarosa, "Marina" de Arrieta y la zarzuela "Luisa Fernanda" de Moreno Tórroba. Para inaugurar la temporada se prepara el estreno de un espectáculo sobre Bolivar, a proposito del bicentenario del Libertador; esta obra al parecer será una mezcla de teatro y cantata escénica, con textos de Carlos José Reyes música de Blas Emilio Atehortúa y la dirección escénica de Jorge Alí Triana... se echan de menos en el programa seleccionado, un título verdiano y, siendo muy exigentes, uno de Wagner; éste último casi obvio al connmemorarse en este año el primer centenario de la muerte del compositor.
El repertorio de la ópera nacional -que este año volverá a viajar a las principales ciudades del país- permite su realización con un elenco fundamentalmente colombiano y con pocas importaciones, ya que si a los solistas disponibles localmente, se les suman uno o dos tenores (Pinkerton, don José y Jorge), uno o dos barítonos (Escamillo, Fígaro, El Conde Robinson y Roque) y un bajo (El Barbero tiene dos), prácticamente todo los papeles estarían cubiertos.
Respecto de la parte musical, se prevee que las orquestas sinfónicas de Colombia, de Medellín y del Valle, y la Filarmónica de Bogotá, participarán en la temporada. De la misma manera la dirección musical general, le ha sido encomendada al maestro Jaime León, colaborador activo de la ópera en temporadas anteriores y dueño de una amplia experiencia en estas lides.
Queda aún mucha tela que cortar y mucho que trabajar, pero al menos sobre el papel, la ópera 83 es ya una realidad.