La aldea

Título original: The Village.
Año de producción: 2004.
Dirección: M. Night Shyamalan.
Actores: Bryce Dallas Howard, Joaquin Phoenix, Adrien Brody, William Hurt, Sigourney Weaver, Brendan Gleeson, Judy Greer.

Perdernos La aldea, en cambio, no sería grave. Nos privaríamos de reconocer que M. Night Shyamalan, el director de El sexto sentido, El protegido y Señales, sigue imaginando estupendas secuencias de suspenso. Y no podríamos aplaudir a ese elenco de grandes actores (William Hurt, Adrien Brody, Brendan Gleeson) que hace lo que puede con la esperanza de que el cineasta sepa bien qué están filmando. Si no fuéramos a verla, nos salvaríamos de una película seria, muy seria, que desde el comienzo produce ganas de reírse. Sí, así es. A uno se le ocurre un chiste malo sobre el futuro de los personajes desde el principio de este largometraje (no digo cuál es para no dañarle a nadie la historia) y al final, quién lo creyera, la broma aquella resulta ser el clímax del relato.

Es cierto que a este drama misterioso, que retrata a una pequeña comunidad que ha aprendido a vivir junto a un bosque plagado de monstruos, no le interesa ser una narración exitosa tanto como ser una reflexión importante. Es cierto que busca recordarnos que el miedo es el modo más efectivo para someter a una sociedad (y que el amor, ya que estamos en esto, es el camino para liberarla) antes que ponernos, como cualquier obra de bien en cartelera, en los zapatos de aquellos aldeanos. Pero la verdad es que nosotros, como espectadores de cine, sólo podemos responder por lo que vemos. Sólo somos capaces de llegar a grandes ideas si nos las sugieren las escenas, los encuadres, los conflictos humanos que vemos. Y lo que vemos en La aldea es torpe, risible y mal planteado.