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LA CARNE HECHA BRONCE

Sophía Vari se estrena como escultora con veinte piezas de formas sensuales en Bogotá

9 de marzo de 1987

Con veinte esculturas en bronce, a una escala doméstica, casi decorativa, en colores relucientes y formas sensuales, la artista griega Sophia Vari incursiona en esta modalidad del arte después de haberse probado con éxito en la pintura.
Sus trabajos como escultora, exhibidos desde hace una semana en la Galería Alfred Wild, de Bogotá, con inauguración de acontecimiento tan social como artístico, llaman la atención por la armonía de su conjunto, se diría que por el parecido que está no sólo en las formas, sino en los nombres de homenaje que la artista rinde a su tierra: Afrodita, Minerva, Andrómeda... Pero "sus esculturas no representan literalmente figuras y eventos, pero sí son sugerencias o impresiones de ellas mismas", dice de los trabajos escultóricos de Vari la crítica de Arts News.
Aunque esta incursión en la escultura es una experimentación formal, el empleo de materiales tradicionales (el bronce) es hecho con eficacia y perfección. "Las formas y los materiales imponen la fuerza carnal. Estas piezas no son más que volúmenes llenos, amplios, curvos, doblados, sin ángulos. La sensualidad: no hay una sola pieza que no posea esta sensualidad, una sensualidad profunda y poderosa, ni una sola pieza que no tenga una forma ceñida", dice de esta obra el historiador de arte Pascal Bonaloux.
Para algunos observadores -prevenidos o desprevenidos- resulta impactante el parecido que de alguna manera hay (por el color o por la forma y a veces también por el tamaño) entre la obra escultórica de Saphia Vari con la de Fernando Botero, cuya incursión en este campo ha resultado todo un éxito. A este respecto, en el catálogo de presentación de la exposición, Dimitris Papastamos, jefe curador de Grecia de exposiciones como esta, dice:
"En 1970 Henry Moore insistía mucho en que su mujer fue la causa impulsadora para dibujar cráneos o cuerpos de animales voluminosos y que, una vez terminada la obra, descubría los destellos y contrastes de sus formas y figuras. Con esto quiero decir que aquellos que conocen a Vari, descubren en su obra referencias permanentes de un pintor contemporáneo muy importante, que no es otro que su maestro Fernando Botero".
Pero eso -distinguir esos rangos, ese aliento- es sólo una parte de lo que ofrecen las esculturas de Sophia Vari, expuestas en la Wild hasta el próximo 4 de marzo.