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LA CIUDAD IMAGINADA

A propósito del aniversario de Bogotá, el semiólogo Armando Silva interpreta en su libro Imaginarios Urbanos, a la ciudad de hoy.

31 de agosto de 1992


HACE 454 AÑOS Bogotá no era más que "12 casitas y una iglesia". Por lo menos esa es la historia que se aprende en el colegio. Que un conquistador de nombre Gonzalo Jiménez de Quesada llegó a estas tierras y fundó la ciudad en el sitio en el que hoy se encuentra la plaza del Chorro de Quevedo y en donde, hace más de cuatro siglos, sólo existían 13 chozas de bahareque. Una de ellas con una cruz encima que le colgaron los recién llegados.
Así dicen que era Bogotá.
Y así se la han imaginado siempre los colombianos. Pero, como se imaginan los capitalinos la Bogotá de hoy? Parece una pregunta fácil de responder, pues no se trata de las viejas historias de conquistadores que llegaron a caballo cambiando sus gallinas por el oro de los indios. Se trata de la ciudad en la que se vive, se trabaja, se camina... la Bogotá actual.
Esta pregunta se la planteó el semiólogo colombiano Armando Silva. El, como todos los de su rama. amigo de simbolos y representaciones, quiso averiguar qué imágen de Bogotá ronda en la mente de sus habitantes.
Para ello encuestó a más de medio millón de personas. Les preguntó por sus calles preferidas, sus colores, sus rutas... "La ciudad es una imágen mental que se construye día a día.
Por eso me interesó saber como se imaginan los bogotanos su ciudad".
La respuesta que obtuvo Silva está recopilada en su reciente libro "Imaginarios Urbanos". En el se van trazando, por medio de la imaginación de sus habitantes, las características de la Bogotá de hoy.
Incluso se puede hacer un recorrido por ella. La carrera 15 es para los bogotanos la "calle femenina", la de los perfumes, la moda, las luces, la alegría. La "calle masculina" es la avenida Caracas, la de los talleres, los trancones, la agresividad. La "calle del peligro", la congestionada y la fea, es la carrera décima.
Estas son algunas de las imágenes que tienen los bogotanos en su mente. Imágenes que cambian con los años. Es así como el sitio de encuentro ya no son las iglesias o los teatros. Ahora se prefieren los centros comerciales. Pero también son muchas las cosas que perduran. Los cafés bohemios, que solían visitar en los años 30 los jóvenes muchachos que después llegarían a ser importantes políticos y artistas, todavía son un lugar clave para los bogotanos. Y la Plaza de Bolivar sigue siendo el simbolo de la ciudad.
Al fin y al cabo este lugar ha sido testigo de los momentos cruciales de su historia.
Hay algo más que se mantiene con el tiempo: el color gris de la ciudad. Desde cuando se veían por las calles los elegantes y "londinenses" señores de sombrero, abrigo y paraguas, hasta hoy, a Bogotá la consideran una ciudad oscura, opaca. Así era antes y así es ahora. Aunque cada vez el sol aparezca con mayor intensidad, los bogotanos seguirán viendo su ciudad sombría y nostálgica... Esa es, la idea que tienen en su mente . Esa es su ciudad imaginada.