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La feminista Abby Richter (Katherine Heigl) se ve obligada a producir el programa del machista Mike Chadway (Gerard Butler)

La cruda verdad

Una comedia romántica perezosa cargada de personajes y situaciones vistas hasta el cansancio. *1/2

12 de septiembre de 2009

Título original: The Ugly Truth.
Año de estreno: 2009.
Género: Comedia.
Director: Robert Luketic.
Guión: Nicole Eastman, Karen McCullah Lutz y Kirsten Smith.
Actores: Katherine Heigl, Gerard Butler, Bree Turner, Eric Winter, Nick Searcy, Cheryl Hines, John Michael Higgins.

Qué floja es. Se llega a pensar, durante la proyección, que es una de esas tonterías divertidas que se quieren ver el sábado en la tarde: a fin de cuentas, sus dos protagonistas tienen ese carisma que salva las películas flojas, su historia es esa que queremos que nos cuenten todas las noches antes de dormir (la historia de cómo las relaciones de pareja tienen un final feliz), y hay, si se trata de ser justos, un par de escenas que hacen reír a todo el auditorio al mismo tiempo. Sin embargo, a la salida del teatro, cuando se revisan los diálogos, las secuencias efectistas, la trama sin pies ni cabeza, resulta claro que se ha visto una de las peores comedias románticas de los últimos tiempos: una perezosa suma de lugares comunes, de personajes mediocres y de situaciones vistas hasta el cansancio.

La cruda verdad cuenta la historia de siempre. Ella, Abby Richter, es una controladora, neurótica, feminista productora de televisión que espera a un príncipe azul que debe cumplir diez requisitos. Él, Mike Chadway, es el anárquico, bonachón, machista presentador de un programa que se empeña en revelar "el gran secreto de las relaciones románticas entre hombres y mujeres": a los hombres sólo les interesa el sexo. Por supuesto, se odiarán al comienzo, se caerán bien, más tarde, por fuerza de las circunstancias, y al final tendrán que reconocer que están profundamente enamorados. Repito: habrá momentos divertidos durante la proyección, claro que sí, pero serán momentos sueltos, y se olvidarán unas dos horas más tarde.