Así llegaron los judíos a América Latina

A las librerías del país acaba de llegar La Descendencia, una novela de Jack Michonik, un colombiano de religión judía que vive en Israel desde hace más de treinta años. La Descendencia (Plaza y Valdes editores) relata la historia de dos familias judías que en los años veinte del siglo pasado emigran de su tierra natal y se radican en un país sudamericano que el autor no especifica.

La historia cuenta las peripecias que sorprenden a los protagonistas en su  larga travesía hacia el occidente, desde que abandonan sus humildes aldeas de Europa oriental hasta que llegan a las cálidas costas del Nuevo Mundo, donde habrán de luchar y abrirse camino en la vida.

Para los colombianos que de una forma u otra han tenido contacto con miembros de la comunidad judía resultará interesante entender cómo se formaron esas pequeñas comunidades que están ahora prácticamente en todo el continente americano.

Puede decirse que, a grandes rasgos, las comunidades judías surgieron más o menos de la misma manera: los inmigrantes llegan desorientados y pobres, pero llenos de ambición y dotados de una inteligencia y capacidad de trabajo extraordinarias.

Así llegó la mayoría hace varias décadas. Hoy muchos son poderosos empresarios e industriales. Jack Michonik conoce bien ese proceso y lo presenta de manera coherente a través de su novela que –asegura él– no es autobiográfica, pero podría ser la historia de los padres o abuelos de cualquier judío de Centro o Sudamérica.

Michonik también conoce a fondo tanto el ambiente latino como la idiosincrasia de los judíos, y en varios apartes los contrapone de forma a la vez emocionante y divertida.

Las comunidades judías de Colombia, así como las de todos los demás países de Sudamérica, tuvieron su apogeo en los años 60 del siglo XX y han ido disminuyendo en tamaño debido a la emigración y a la asimilación en el seno de la sociedad en medio de la cual viven.

Hoy día en Colombia hay unos 6.000 judíos, más o menos la mitad de los que había en los años 60. La eventual desaparición de las pequeñas comunidades judías es el tema que preocupa a Michonik, que sólo llega a manifestarlo al final de la novela.

La Descendencia está salpicada de reflexiones sobre la religión y sobre episodios verídicos de la época que atañen a los judíos y al estado de Israel. A lo largo de la narración, el autor nos cautiva con su fascinante historia de superación y de conflictos humanos.

Sobre el autor
Jack Michonik nació en Ginebra, Suiza, de padres rusos. Se crió en Bogotá, hizo su bachillerato en Nueva York y se graduó de la Universidad de Grenoble, Francia. Vivió en Cali, Colombia, 20 años (1958-1978) antes de radicarse permanentemente en Tel Aviv con su esposa y sus dos hijos. Publicó El Dorado (Editorial Orlaco, Cali), La novela (Semana Publishing Co. Jerusalén) y La Insólita Historia de Cristian White (Plaza y Valdés, México). Obsesión, aún inédita, será publicada próximamente.