Home

Cultura

Artículo

La segunda parte de esta saga, protagonizada por Jennifer Lawrence se convirtió en una de las cintas más taquilleras de este año.

CINE

Película Los juegos del hambre: en llamas

Esta, la segunda entrega de esta serie de ciencia ficción, resulta ser una película mucho más compleja y emotiva que la primera. ***

Manuel Kalmanovitz G.
30 de noviembre de 2013

Título original: The Hunger Games: Catching Fire
País: Estados Unidos
Año: 2013
Director: Francis Lawrence
Guion: Simon Beaufoy y Michael Arndt, basados en la novela de Suzanne Collins
Actores: Jennifer Lawrence, Woody Harrelson, Josh Hutcherson
Duración: 146 min

Hace un par de años leí los libros en los que se basa toda esta serie de películas y quedé con la sensación de que, a medida que avanzaba la trilogía, las cosas desmejoraban. Lo que era entretenido y revelador en el primer tomo, se volvía repetitivo en el segundo y monótono en el tercero.

Era como si el universo creado por Suzanne Collins no fuera lo suficientemente rico como para aguantar tres grandes capítulos. Pero que, por las razones que fueran, por el éxito editorial o por motivos contractuales, se hubiera visto obligada a seguir en su empresa, sirviendo una sopa cada vez más aguada, hasta terminar con un caldo clarito e insaboro, sin siquiera unos trocitos de calado que la alegraran un poco.

En las películas, inesperadamente, está sucediendo lo contrario. El primer capítulo de Los juegos del hambre, fue una película entretenida y rápida que, en aras de su dinamismo, abandonaba el desarrollo de los personajes (para no hablar de la coherencia de su historia). Todo era veloz y ruidoso, pero no tenía mayores resonancias.

Los sucesos secundarios aparecían y desaparecían sin tener ningún efecto en lo demás y los asuntos románticos, tan importantes en la novela, no resultaban creíbles porque la película, en su apuro, no dejaba el tiempo necesario para que se desarrollaran.

En Los juegos del hambre: en llamas, todo funciona mucho mejor. Sigue siendo una película rápida y llena de sucesos, pero también hay tiempo de reposar, de hacer creíble ese universo posapocalíptico y opresivo creado por Collins, con los dilemas románticos y existenciales de sus protagonistas.

Para quienes no conocen esta serie, todo sucede en el futuro, tras una guerra que dejó a Estados Unidos dividido en 12 distritos, cada uno con una especialidad. Anualmente, organizan un torneo que se transmite en televisión donde 24 jóvenes (dos de cada distrito) deben matarse entre sí hasta dejar solo uno. En la primera película dos jóvenes enamorados del distrito más pobre ganan el torneo (Jennifer Lawrence y Josh Hutcherson).

En esta segunda, vemos que gracias a su victoria y sin querer queriendo, esta pareja se vuelve un símbolo de esperanza para todos los oprimidos, y un riesgo que el presidente de este país (Donald Sutherland) debe contener de alguna forma. En el lado romántico, hay un triángulo complejo entre la muchacha y dos pretendientes, uno su compañero en los juegos y el otro un amor de infancia más compatible con ella (Liam Hemsworth). Los ganadores de los juegos tienen el problema de haber escenificado para las cámaras un amor inexistente y de tener que seguir la farsa para continuar con vida.

Como decía antes, esta segunda parte es mejor que la primera por donde se la mire. La carismática Jennifer Lawrence tiene más espacio para matizar su rebeldía involuntaria, los distritos aparecen mejor delineados (ya no parecen un collage de postales de épocas distintas) y los problemas de los personajes resuenan más, básicamente porque la película se toma el tiempo de mostrar que la separación entre lo personal y lo político es tan solo una ilusión.

CARTELERA

**** Excelente   *** 1/2 Muy buena   *** Buena   **1/2 Aceptable   ** Regular   * Mala   
Holy Motors ****

Película alucinante, intensa y sin igual del francés Leos Carax, que reflexiona sobre la mutabilidad y el poder del cine.

El abogado del crimen ***1/2

La sensibilidad pulida de Ridley Scott resulta combinar muy bien con los diálogos literarios del escritor Cormac McCarthy.

Crónica del fin del mundo ***

Esta película colombiana con excelentes actuaciones explora la relación entre un hijo y su padre, que no sale de su apartamento desde hace 20 años.

Este es el fin ***

Seth Rogen le echa un vistazo a un posible fin del mundo, con chistes escatológicos y reflexiones incoherentes sobre la amistad.