Proyecto Florida

Título original: The Florida Project

País: Estados Unidos

Año: 2017

Director: Sean Baker

Guion: Sean Baker y Chris Bergoch

Actores: Brooklynn Prince, Bria Vinaite, Willem Dafoe

Duración: 111 min

Proyecto Florida tiene un protagonista secreto, que solo se ve al final, pero cuya presencia condiciona y da forma a todo lo que sucede: el parque temático de Disney en Orlando, centro de ensoñaciones frenéticamente alegres, hogar en el Atlántico del ratón Mickey y de su cohorte de príncipes y princesas, de patos y perros parlantes.

Mostrarlo en ese punto hace sospechar que todo lo que vimos, esas vidas al borde del abismo, esa desesperanza y falta de porvenir, en fin, que todo eso tan duro está ligado secretamente con la ilusión central del parque temático; son su sombra, como si tanta dulzura concentrada en un solo lugar no pudiera sino desbordarse en inhumanidad e indiferencia por sus zonas aledañas.

El director Sean Baker lleva años retratando comunidades marginadas con una delicadeza y una empatía impresionantes. Aunque asediados por la pobreza económica, los transexuales de Tangerine (2015) y las actrices pornográficas en Starlet (2012) resultan ser una y otra vez figuras complejas, fallidas y simpáticas que encuentran un alivio en los lazos de solidaridad que tienen a su alrededor.

Acá la protagonista es Moonee (interpretada vital y energéticamente por la actriz Brooklynn Prince), una niña de 6 años que parece estar en un interminable trance azucarado, un pequeño tsunami sonriente, caótico, energético y destructor, que disfruta pasando el tiempo con otros niños en condiciones similares con quienes escupe a los carros, pide limosnas para comprar helados o charla sobre las ventajas y desventajas de ir a la escuela.

Vive con su madre, Halley (Bria Vinaite), en un hotel pintado de violeta, administrado por Bobby (un Willem Dafoe excelente) y habitado por seres que apenas si alcanzan a sobrevivir bajo el sol y las promesas de prosperidad de la Florida.

El centro emocional de la película es el triángulo que conforman estos tres personajes y que Baker muestra de manera fluida, con tomas largas y móviles que revelan, de un lado, la inocencia delirante de la niña, del otro, la madre que intenta ocultarle la precariedad de la situación y, para cerrar, Bobby que, en su rol de figura de autoridad, las mira con una mezcla de ternura y distancia, como replicando el rol de un espectador, sabiendo lo que hay en juego y los riesgos que corren.

Proyecto Florida construye una imagen contradictoria del mundo que habitan estos tres: de un lado están los colores vivos, el sol radiante, el capitalismo enloquecido de los edificios comerciales regados por la autopista, y del otro está la pobreza de sus habitantes que se pierden en el rebusque para sobrevivir.

Aunque tiene un aire documental e inmediato, Baker calibra con maestría lo que va mostrando hasta terminar con una especie de caramelo envenenado en el que elementos que inicialmente parecían coloridos, tranquilos, enternecedores o poéticos (un árbol caído, una niña que juega a las muñecas en la tina) terminan cargados de inquietud, creando un retrato memorable de cómo una infancia avanza suspendida entre el peligro y la esperanza.

CARTELERA

Más fuerte que el destino

***

Inesperadamente sutil, esta película sigue la vida de un hombre que perdió las piernas en el atentado terrorista de Boston en 2013.

Pantera Negra

***

Continúan estrenándose éxitos de Marvel, esta vez con la historia de un heredero de un reino secreto en medio de África.

Un viaje maravilloso

***1/2

Dos historias de niños deambulando por Nueva York, una en 1927 y la otra en 1977, se entretejen con elegancia en la nueva película de Todd Haynes.

Matar a Jesús

***

En su segundo largometraje, Laura Mora se inspira en una historia personal para hacer el retrato de la relación entre una universitaria y un sicario.