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MATAR SIN ARREPENTIRSE

Cuando un nazi 37 años después cuenta sus memorias.

12 de julio de 1982

"LA NOCHE DEL URO", de Dalton Trumbo.
Editorial Bruguera, 1980.
¿Destruyó el nazismo el comportamiento humanitario en sus millones de adictos? ¿Pudo el fascismo conciliar limpiamente la creencia en un ideal colectivo con su exterminio de la población judía? ¿Vendió irremediablemente la conciencia germana su alma al Diablo?
Son algunos de los interrogantes personales que buscó aclarar el escritor norteamericano Dalton Trumbo con la que sería una novela inconclusa, "La Noche del Uro", cortada abruptamente por la muerte del autor.
Dejó escritos diez capítulos (el último de ellos sin concluir) y una cantidad de anotaciones, cartas y bosquejos sobre su protagonista que póstumamente fueron reunidos y ensamblados a la novela por su editor Robert Kirschs completando a cabalidad la idea inicial del escritor. Es desde este punto de vista un interesante experimento narrativo que da oportunidad al lector de escudriñar atentamente la manera como se arma una obra literaria.
Los diez capítulos que moldean inicialmente la novela son el recuento autobiográfico de un sobreviviente nazi que participó en la Primera Guerra Mundial y militó activamente en las Brigadas de la SS, cautivado por las ideas del Fuhrer, bajo cuyo mando exterminaría a miles de judíos. Luego y después del masivo "holocausto" por el cual ha pagado seis años de cárcel, Grieben -su anciano protagonista- se retira al pueblo de Forcheim a escribir sus Memorias, mientras el propio autor minado por su enfermedad, lucha con la evolución inesperada que va sufriendo su personaje a medida que este avanza en el recuento de su historia personal. Porque Dalton Trumbo quería, ante todo, crear una especie de "arquetipo" nazi que con un punto de vista personal y autobiográfico (y sin el distanciamiento narrativo e ideológico impuesto de manera deliberada por un escritor) le permitiera a su personaJe exponer copiosamente y sin escrúpulo alguno su particular filosofía fascista.
Desde sus Memorias, Grieben vuelve entonces su mirada atrás, hacia sus años de infancia y adolescencia para seguir corroborando la legitimidad de sus actos que, sin el menor asomo de vacilación o recelo, fueron cometidos siguiendo el incuestionable credo de su soberanía y elección divinas.
Educado tempranamente en la tiranía y la crueldad infantiles, Grieben puede más tarde ejercitarse en su escondida vocación de opresor y solitario ególatra. El poder en cualesquiera de sus formas (político, sexual etc.) lo lleva a escudriñar los últimos rincones del alma humana, a invocar insospechados rituales de perversidad, atizados por los designios de su impune moralidad.
Sus memorias no son de ninguna manera un último e inconfesable intento de culposa justificación por sus actos sino la vanidosa y ciega comprobación de la inminencia de los hechos. Sigue siendo hasta la vejez un legítimo seguidor de sus creencias, un nazi recalcitrante y convencido que no escatima mandar a Liesel, su ultrajado y enfermo "amor", a un campo de concentración por su ascendencia judía y perder a su mejor amigo, Gunter Blobel, decapitado en las brigadas de la SA conviniendo después del dolor inicial que se trataba de cumplimientos merecidos y de lógica inapelable.
Ante esto, "¿qué clase de hombre es aquel que, llevado por sus creencias, inflige sufrimientos a los demás?", sigue siendo la incógnita que no alcanzó a esclarecer Dalton Trumbo el fallecido escritor que ahora espera una justa respuesta de parte del lector.

OPINIONES DE GRIEBEN, EL PROTAGONISTA
"Mi problema ha sido siempre un problema de fe. Quiero decir que no puedo vivir sin creer en algo más importante que mí mismo. Dios está muy lejos para mis necesidades. He vivido toda mi vida en lo presente".
"Provengo de una raza de hombres que le sacaba los sesos a su abuela con una cuchara de piedra y se los comía bajo la suave luz del Norte".
"El niño tortura a la mosca porque tiene el poder de hacerlo y no ha aprendido todavía cómo se mata piadosamente".
"Trata de penetrar en el misterio de por qué soy como soy. Lo he hecho todo bien y correctamente y no puede estar mal lo que estuvo bien".
"Soy un vegetal que copula. Sacude los zanahorias en un saco y su pasión será tan grande como la mía".