‘Jericó, el infinito vuelo de los días’: una mirada a la feminidad

En Jericó todos saben quién es “la Chila”, una bisabuela de 74 años que se contonea grácilmente al ritmo de sus medianas proporciones. Cecilia Bohórquez, como fue nombrada por sus padres, es vivaz, contadora de chistes “verdes” y devota del catolicismo, al igual que la gran mayoría de pobladores de ese municipio del departamento de Antioquia.

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Estas características y su arrolladora personalidad la convirtieron en una de las protagonistas de la película Jericó, el infinito vuelo de los días, de la realizadora colombiana Catalina Mesa, que a partir del jueves 17 de noviembre estará en las salas de cine del país.

El documental es un retrato no solo de lo que es Cecilia y las otras siete mujeres que lo coprotagonizan, sino que es una mirada colorida de la esencia femenina de esa geografía. Una feminidad que se encuentra en los extremos de la vida cotidiana, donde las “polaridades se besan”, como le dijo Catalina Mesa a Semana.com

Chila se define a sí misma como la mujer más feliz del mundo. Se levanta a las  6:00 a.m. en medio de un cuarto lleno de escapularios de todos los tamaños que empezó a coleccionar desde que se casó -tenía 17 años-. Allí, acostada, escucha la misa que el padre oficia a pocos metros de su residencia. Luego espera que llegue la mujer que le ayuda en los quehaceres, toma el desayuno, entra a la iglesia para entregarle el día al señor y se va a abrir su pequeño almacén, por donde han pasado los más emblemáticos personajes que han visitado el pueblo.

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Su día transcurre sin afanes, siempre acompañados por un café matutino, algunos aguardientes y bromas con quienes pasan a su alrededor. Y es eso lo que precisamente la hace admirable. “Es una mujer que ha tenido mucho sufrimiento, que ha padecido pérdidas. Pero que es capaz de trasmitir tantas cosas, de vivir con esa polaridad”, explicó Mesa.

Es esa particularidad lo que “la Chila” le aporta a este relato cinematográfico. “No sabía qué me iba a encontrar en todo este trabajo. Inicialmente me recomendaron 20 mujeres representativas de Jericó. Las visitaba en las tardes y ahí fui seleccionando los perfiles con los que se construyó la narrativa”, agregó la realizadora de esta película.  

Para Cecilia Bohórquez “todo fue natural. A mi cada rato me graban. No sé por qué soy popular. Y la mayoría de gente importante lo primero que dicen es venimos a conocer a doña Chila. Yo le pongo una ruana blanca a todos los que vienen a conocer Jericó”

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La Chila, que pasó su infancia jugando muñecos, incluso después de haberse casado, espera seguir con su corazón tranquilo y que a través de la película más personas vayan a Jericó para conocerla.

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