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SALIR TRASQUILADO

"Por fin me la quité de encima", una burla mordaz a la institución matrimonial y una comedia de la vida real

9 de marzo de 1987

Los conflictos de este hombre pequeño, gordo, feo, vulgar y ambicioso comenzaron varios años atrás cuando, junto a la cama de muerte de su suegro millonario, contempló cómo el anciano superaba su agonía, se quitaba los aparatos respiratorios y saltaba al suelo para prolongar una relación que apestaba. Tuvo que soportarlo otros años y ahora, excitado por la cercanía de una amante más joven y obsesionado con los millones de su esposa, está decidido a convertirse en un hombre rico y libre, y toma la decisión más dramática de su vida angustiosa: eliminarla.
Pero, como en las mejores comedias de humor negro y desvergonzado, las cosas no son tan fáciles para este personaje, Sam Stone, amarrado a una mujer gorda, rubia, chillona, incompetente, nerviosa, vulgar y egocéntrica, quien desde muchos años atrás también sabe que ese hombrecito no la ama ni la respeta y sólo sigue a su lado por todos los millones que los rodean. Cuando llega a la mansión dispuesto a matarla se topa con una broma amarga del destino: alguien se le ha adelantado, la han secuestrado, le exigen el más absoluto silencio para no eliminarla y el hombrecito, feliz con esta solución que le ponen en las manos, llama a los policías, convoca a los reporteros y comienza a celebrar con champaña.
El hombrecito que quiere matar a su mujer, la esposa gorda que es secuestrada por una pareja de ineptos y aficionados delincuentes, la amante exuberante que satisface todas las perversiones del otro y los policías que cada vez entienden menos lo que ocurre, son algunos de los personajes de una comedia que ya lo anticipa todo en el título, "Por fin me la quité de encima", protagonizada por Bette Midler y Danny DeVito y dirigida por el trío compuesto por Jim Abrahams y los hermanos Jerry y David Zucker, los mismos creadores de esa extravagancia llamada "Y dónde está el piloto?" .
Esta es una burla sangrienta contra algunas de las instituciones domésticas más respetables como el amor conyugal, la fidelidad, el respeto, la dignidad, el sexo compartido por el cansancio y el aburrimiento, la ambición, el dinero y la gloria, desde la perspectiva de ese par de secuestradores quienes cada vez se sorprenden más con la sutil decisión del marido de no recibir a su mujer, y esa esposa secuestrada para quien el encierro se convierte en la primera oportunidad que tiene en su metalizada vida de mirarse a sí misma, de pensar en ella, de analizar hasta dónde llegan las raíces de esa unión que hace tiempo quedó resquebrajada del todo, hasta cuando emerge la otra, la que tenía frustrada y humillada durante muchos años.
No es simple casualidad que este fin de semana los nombres de Bette Midler y Danny DeVito estuvieran entre los más opcionados a los Globos de Oro porque, actualmente pueden ser considerados dos de los mejores comediantes de Hollywood La una, después de superar una serie de problemas personales y con una carrera de cantante que desmejoró con más de 40 años emerge como la actriz más graciosa, y el otro, con su pequeñez y ordinariez demuestra que quienes imperan actualmente en Hollywood son los antigalanes, los feos desproporcionados, como es el caso del terrible Rodney Dangerfield. En medio de la risa y las bromas y el humor negro, el espectador descubrirá asustado que en el fondo comparte algunos de los deseos e intenciones de protagonista y se muere por ponerlo en práctica.