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¿TIEMPO DE T.V.?

Venciendo prevenciones, el director de cine Carlos Mayolo incursiona en la T.V.

8 de octubre de 1984

Carlos Mayolo es otro de los directores de cine que, con seguridad venciendo muchas, muchísimas prevenciones, acepta incursionar en televisión. Está realizando los "Cuentos de Espanto" que se transmiten los lunes de fiesta.
No es extraño escuchar en algunos sectores de nuestro mundo cinematográfico ciertas expresiones desdeñosas sobre este medio de comunicación que a ellos les parece comercializado, facilista y superficial. El prurito de la obra de arte. El sindrome de la profundidad.
La angustia ante lo pasajero: en cine la película queda ahí, siempre disponible para volverse a proyectar, existe el negativo del cual se podrán tirar tantas copias cuantas sean necesarias. En televisión lo que pasó, pasó.
"Tiempo de morir" se programó y ya se acabó para la televisón. La mayoria de las veces los programas se borran, los cartuchos de video se regraban y lo que estaba allí desaparece para siempre. Además, hay que realizar las cosas con rapidez. "Tiempo de morir" es la excepción, no la regla, en nuestra televisión. Los meses para revisar el guión, para preparar la producción, para editar el material filmado calculando el ritmo al milimetro, pertenecen más a la realización de cine que a la de televisión.
A esto le temen, con o sin razón, los directores que piensan en la obra duradera, profunda. No es del caso discutir si tienen o no razón, porque tampoco podemos detenernos a debatir si es o no la mejor manera de hacer televisión. Sencillamente es. Y yo estoy seguro de que tiene ventajas.
Pepe Sánchez, Jorge Alí Triana, Lisandro Duque, Leopoldo Pinzón, Julio Luzardo, son cinematografistas que han aceptado el riesgo de la televisión. Ahora es Carlos Mayolo. Hace unos meses, cuando estrenó su película "Carne de tu carne", Mayolo me concedió una entrevista en la cual atacó con saña a la televisión y afirmó que nunca veía los programas que se emiten. Esta es la primera gran limitación. ¿Cómo hacer televisión sin haber visto televisión? puede, Pero, ¿acaso es tan malo todo, absolutamente todo lo que se transmite que ni siquiera sirve para tomar algunos elementos y pautas?
LOS "CUENTOS DE ESPANTO"
No sé qué incidencia haya tenido Mayolo en los libretos, pero sería lo primero que habría que revisar. En el que se transmitio el pasado 20 de agosto, sobre la segunda muerte de Carlota Valdés, los ingredientes eran ricos en posibilidades; un cuarto misterioso--sobre el cual pesa la prohibición de abrirlo--, los corredores estrechos de una pensión y el cementerio. Con eso se podía armar un ambiente de espanto apto para la historia de la muerta que recorre sus pasos. Mayolo trabajó muy bien los vericuetos del cementerio, no así el cuarto de la pensión ni los corredores de ésta, en parte porque los diálogos eran demaisado explícitos, en parte porque la cámara no fue lo suficientemente curiosa, algo que sí ha logrado Mayolo en cortos cinematográficos y en episodios anteriores de este mismo programa, como en el cuento del duende y en el de la bailarina.
Me da la impresión de que la falta de ambiente y fuerza proviene del distanciamiento entre el director y su obra. Cuando Mayolo hacía "Asunción" o "Agarrando pueblo" las historias le salían del fondo, las filmaba con fuerza porque creía en ellas y sabía cómo tratarlas para expresar algo que lo hacía vibrar. Aquí no se siente el alma. Y eso se refleja en una actuación exterior, en una mirada externa sobre los espacios y, ante todo, en un tiempo que sucede sin dejar huella. Se pasa de una escena a otra sin que progrese el interés. Quizá porque Mayolo no esta acostumbrado a trabajar sobre libretos de otros, quizá porque todavía no ha encontrado el secreto del terror en televisión, el hecho es que los "Cuentos de Espanto" no han encontrado su punto. Esto no quiere decir fracaso. No solamente es interesante el programa al permitirnos ver nuevas caras, nuevos actores y ambientes, sino que recoge esas leyendas e historias de miedo que corren de boca en boca, muchas de ellas fuertemente arraigadas en las tradiciones populares, como el duende.
Pero lo más interesante de todo sigue siendo el coraje demostrado por un director tan perfeccionista como Mayolo al aceptar el reto de ese medio que a otros les sigue provocando espanto, la televisión, en el cual podrá aportar la creatividad que en el cine lo ha caracterizado. -
-Hernando Martínez Pardo -