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TRES HORAS DE SEDUCCION

Cipe Lincovsky, la actriz argentina considerada uno de los pocos mostruos sagrados del teatro actual, visita a Colombia.

2 de agosto de 1982

"Siempre vuelvo", montaje de Cipe Lincovsky. Teatro Nacional, Bogotá. 5 a 9 de julio.
Un cuerpo alto y esbelto aparece en un escenario cuya única decoración son unas cortinas. Entonces se oye una voz ronca y pausada que va deletreando las palabras, una a una. El público empieza a sentirse subyugado por la magia de esta mujer prodigiosa.
Es Cipe Lincovsky, argentina, 49 años. Empieza a interpretar el personaje de "Malinche", la indígena mexicana que terminara dando a luz un hijo del conquistador Cortés, como en el drama de Carlos Fuentes "Todos los gatos son pardos". Después, la Lincovsky declamará fragmentos del "Cantar de los Cantares", dramatizará los cuentos "Ema Zunz" de Borges y "No se puede prohibir" de Blázquez. El público pasará del humor a la tragedia, de la ironía a la ternura, del rubor al desenfado, observando a una actriz que sabe manejar los hilos de los sentimientos humanos, como lo ha demostrado en su larga carrera profesional: el año próximo cumplira 30 años de su presencia sobre las tablas.
Al terminar la función, tres horas más tarde, los espectadores se pondrán de pie, no tanto para aplaudir el talento de la actriz., ganadora del Festival Internacional de leatro en Sao Paulo el año pasado y discípula personal de Bertolt Brechl, sino para festejar el reencuentro con emociones que ya parecían olvidadas en el trajín de la vida cotidiana en las ciudades.
En su primera visita a Colombia, invitada del 5 al 11 de julio por el teatro Nacional, de Bogotá Cipe ofrecerá su más nuevo repertorio de dramatizaciones que incluyen los textos mencionados atrás y otros de autores como Chejov, Alfonsina Storni, Fontanarrosa y Luis Llach, reunido bajo el nombre de "Siempre vuelvo".
En mayo pasado, cuando presentó este mismo programa en Montevideo, el periódico "El día", dijo:"Ella es una mujer y mil a la vez. Ninguna actriz se le parece. Aunque ella apalea en forma de homenaje a todos. Hacía tiempo de Montevideo no aplaudia nada igual". No han sido menos mesurados los comentarios de la prensa en todo el mundo.
El diario "El País", de Madrid, la consagro en 1981 como la mejor actriz del año. El "Berliner Zeitung", el periódico más influyente de Alemania Occidental, dijo sobre ella después de su temporada en el célebre Berliner Ensamble: "La presencia de este talento inusitado sobre el escenario del B.E. será inolvidable".
A pesar del prestigio que precede su carrera, la Lincovsky es prácticamente desconocida en Colombia. Y ella sabe que sólo dispone de tres horas durante siete días para conquistar al público que asistirá a verla en el teatro Nacional.