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Imagen del video de Todo Regalao, de Edson Velandia y Adriana Lizcano.
Imagen del video de Todo Regalao, de Edson Velandia y Adriana Lizcano. | Foto: YouTube de Edson Velandia

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Edson Velandia y Adriana Lizcano le ponen letra al paro en “Todo Regalao”

Con versos punzantes y tragicómicos, así como un video vibrante, los artistas santandereanos le explican a la clase dirigente y a los apáticos por qué se marcha este 28 de abril.

28 de abril de 2021

Nunca ha escondido su tendencia política ni su candidato, ese que lidera las encuestas presidenciales de cara a la elección de 2022. Pero más allá de eso, lo interesante del fraseo de Edson Velandia, el hijo de Piedecuesta, Santander, es que usa su talento y su arte para poner el dedo en la llaga en uno de los países más desiguales del mundo.

En ese sentido, desde sus letras y sus ritmos, siempre parece tener la razón.

Es el caso también en “Todo regalao”, la canción que Velandia y su dupla Adriana Lizcano (con ayuda y apoyo de su tropa creativa en Santander) lanzaron ayer. En esta no hacen más que enorgullecer al arte mirando al poder y al statu quo a los ojos y le cantándole sus verdades. Lo hacen de manera directa, lo hacen con humor y con la genialidad de letras simples e incontestables en un país donde el arribismo ha nublado la empatía, donde el aparato judicial es demasiado cercano al poder ejecutivo, donde el congreso gana desproporcionadamente, para sesionar en Miami o tomarse una siesta.

A esta factura de letras se suma el video, uno que transmite juerga y denuncia desde el retrete, la trocha y la piscina.

Con este video, la dupla de arte, de vida y de cuestionamiento que conforman Velandia y Lizcano, se prueba de nuevo necesaria y virtuosa. Le toman el pulso al país campesino y trabajador desde el país campesino y trabajador y así es canal de un discurso popular genuino. Las letras exponen las verdades crudas del ciudadano de a pie y del trabajador de la tierra, también su sentido de la observación tragicómica. No lo hace de manera cómoda para el establecimiento. Y de eso se trata.

Si la propuesta de Velandia, Lizcano y su tropa de colaboradores cercanos es algo, es algo que no deja de rascarle al establecimiento.

La polarización del vidrio / la pagamos nosotros

el banco y el equilibrio / la pagamos nosotros

el salario del senado / la pagamos nosotros

el senador relajao / la pagamos nosotros

Así suena y así se ve “Todo regalao”.

Como recuerda Radiónica, el líder de Velandia y la Tigra, director invitado de la Big Band de Bogotá (que, dirigió con machete en mano y un vestido tres veces su talla en el marco de un Jazz al Parque), creador de una ópera en el Teatro Colón sobre un tipo que sufría de estreñimiento, y creador de figuras artísticas como Karateca.

También gestó el Festival de la Tigra, en Santander, en 2017, que la emisora describe como “un proceso territorial que tiene como fin el fortalecimiento de iniciativas organizativas desde la cultura, el trabajo comunitario y la visibilización de problemáticas y alternativas locales”. ¿Sorprende esto? En absoluto. Velandia es apreciado en las grandes ciudades de Colombia donde sus toques son tema de culto, pero su arte brota del pueblo que lo vio nacer.

Ambos también le dan fuerza a las creaciones de La Batucada Guaricha, que nos muestra a un grupo de mujeres fuertes y unidas y nos lo expresa desde el lenguaje visual y las letras.