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COLGO LOS GUAYOS

Sin haberse podido recuperar de la tragedia del estadio de Heysel, Michel Platini le dice adiós al futbol

6 de julio de 1987

"Michel, gracias por todo", fue la despedida que los hinchas del Juventus de Turin escribieron en un muro del estadio Comunal. En esa tarde de mayo, Michel Platini, el mejor jugador de fútbol en la historia de Francia, dijo adiós a las canchas después de una carrera plena de triunfos, una que otra decepción.

A partir de su debut en 1972, Platini escaló los más altos peldaños de fútbol europeo y mundial: campeón de Francia con el Nancy en varias oportunidades, mejor jugador de Europa entre los años 83 y 86, ganador de dos títulos italianos y dos copas de Europa durante los cinco años en que jugó con el Juventus. Además participó en los tres-últimos campeonatos mundiales con la selección gala, llegando a la ronda semifinal en España-82 y México-86.

Pero la importancia de Platini y más allá de los titulos obtenidos. Con él, el fútbol francés entró a ser protagonista a nivel mundial. Es el máximo representante de una generación, a la que también pertenecen Giresse Tigana y Tressor, que renovó definitivamente el balompie de su país. Ante la inminencia de su retiro fue interrogado sobre el futuro de la selección, teniendo en cuenta que jugadores como Giresse, Bossis y Rocheteau están en el ocaso de su carrera: "Todo depende de los elementos que los reemplacen, pero ya hay una ganacia, el hábito de alcanzar un buen nivel" afirmó. Lo alcanzado por Francia durante la era Platini no es el resultado de juntar 3 ó 4 buenos jugadores sino el fruto de un proceso en el que "hemos invertido diez años paraformar un equipo competitivo".

Las decepciones se hicieron presentes en la carrera deportiva de Michel.
Hay dos hechos que ensombrecen el paso del astro francés por las canchas. El primero es no haber obtenido el titulo mundial durante sus tres participaciones en la Copa Mundo, en especial en España y en México, donde los franceses llegaron como grandes favoritos, exhibiendo un juego equilibrado y vistoso que les ganó el aprecio de los aficionados de todo el mundo.
El segundo ocurrió la noche del 29 de mayo de 1985. Ese día, en el estadio Heysel de Bruselas, el Juventus de Platini y el Liverpool debían disputar la final de la Copa Europea de Clubes Campeones. Antes de iniciarse el partido los hinchas ingleses arremetieron contra los seguidores del Juve, con un saldo de 42 muertos y 400 heridos (ver SEMANA N° 161). El drama de Heysel y los fantasmas de sus muertos pesaron demasiado para un jugador que siempre encontró en el fútbol un camino para la felicidad. Según el propio Platini, en ese momento no comprendió del todo lo ocurrido pero después, las imágenes de esa noche vinieron a frecuentar sus recuerdos. Desde ese momento no volvió a ser el mismo. El fútbol perdió sentido para él, al igual que para el portero del Liverpool Grobbelaar, quien ese día jugó su úitimo partido como consecuencia de la tragedia.

En Italia, y especialmente en Turín no se le perdonó que no continuara por una temporada más: "Yo habría podido hacer un año de más. Las proposiciones no faltaban, venían del Juventus y de muchos otros lados. Pero se debe saber parar. Tengo 32 años y no haré otra temporada, pues no tengo nada más que probar. Y, sobre todo, en la próxima temporada no mejoraría lo hecho hasta ahora. Entonces adiós", declaró mientras destapaba una botella de champaña para brindar después de su último partido.

Con una trayectoria que le otorgó un puesto de honor en la historia del fútbol mundial junto a sus ídolos Pelé, Mazzola y Cruyff, Michel Platini se enfrenta ahora a otro gran reto: dirigir una fundación de rehabilitación para drogadictos, en la que el fútbol forma parte primordial del tratamiento. Aparte de la fundación, se dedicará a la presentación de programas deportivos en una red europea de televisión con sede en Francia. Tal parece que su habilidad y el espíritu de lider, que mostró en las canchas, seguirán reportándole satisfacciones a un jugador que siempre mantuvo la frente en alto, dentro y fuera de los campos de juego. --