Home

Deportes

Artículo

ESTRELLA ROJA

America de Cali volvió a ser el campeón en una de las finales más dramáticas de la historia

23 de enero de 1984

América de Cali se consagró campeón del fútbol colombiano tras superar al Junior y al Nacional en una de las finales más dramáticas de los últimos años. Aunque América repitió lo hecho el año anterior, esta vez no pudo dar la vuelta olímpica dos fechas antes del final, Por el contrario, los hinchas del América sintieron un gran alivio cuando en Barranquilla terminó empatado el partido Junior-Nacional, y sufrieron, los tres últimos minutos del encuentro, en espera del pitazo final, mientras los jugadores retenían la pelota para evitar un gol de Millonarios que les dañara la fiesta.
Tres equipos, América, Junior y Nacional, los mejores a lo largo de 1983, llegaron a la última fecha con posibilidades claras de ser campeones. Al América le bastaba ganar En caso de empate ante Millonarios, no le servía que en Barranquilla ganara el Junior o el Nacional. Por eso, cuando Nacional abrió el marcador, el empate parcial entre Millonarios y América le significó al equipo de Medellín ser campeón durante 31 minutos. Cuando Junior logró igualar, en ese momento volvió a ser campeón el América y un golazo de Lugo pareció consolidar el título americano. Sin embargo, cinco minutos más tarde empató Millonarios y en Barranquilla volvieron a renacer las esperanzas del Junior y del Nacional. Sin embargo, ambos partidos terminaron empatados a un gol y América fue campeón gracias a los tres cuartos de punto que obtuvo como bonificación. Segundo quedó el Junior, empatado en puntos con el Nacional pero con mayor número de partidos ganados. El Nacional fue tercero y se quedó por fuera de la Copa Libertadores de América que el año entrante enfrentará a los dos mejores de Brasil y Colombia.
Este campeonato fue tan disputado que, para muchos, el mejor no fue el campeón. Algunos comentaristas deportivos que conversaron con SEMANA sólo estuvieron de acuerdo en que hubo drama, emoción y un gran nivel técnico. Pero a la hora del balance, se inclinaron por equipos diferentes.

¿QUIEN FUE EL MEJOR?
Las cifras hablan claro en favor del Junior de Barranquilla. Fue a lo largo del año, el equipo que ganó más partidos, el que marcó más goles y el que logró mayor número de puntos. Sin querer restarle méritos al América, Edgar Perea comentó que este año ocurrió lo mismo que en el mundial de España, donde fue campeón Italia, pero el mejor fútbol lo mostró Brasil. En su opinión el mejor equipo del año fue el Junior y basa su afirmación en el veredicto de las cifras. Fue un equipo que mostró nuevos jugadores de gran futuro, con un ataque netamente colombiano, reforzado por un grupo de extranjeros que rindió y del que destaca sobretodo a Bauza por su aporte excepcional al conjunto.
Según las estadísticas registradas durante el año, América ocuparía el segundo lugar con dos puntos menos, dos partidos ganados menos y cuatro goles a favor menos que el Junior Sin embargo, no se debe olvidar que América tuvo que afrontar también la Copa Libertadores de América, lo que lo obligo a combatir en dos frentes al mismo tiempo. Algunas veces jugó partidos con suplentes y sin embargo logró llegar a la final y quedarse con el título. Oscar Rentería, de Radio Ciudad de Cali, considera que el mejor equipo sí fue el América. Es en su opinión el más organizado, el que tiene al mejor director técnico y además es un equipo que trabaja mucho más que los demás. Indicó también que es difícil encontrar una indidividualidad destacada en el América aunque considero que Willington Ortiz, Flacioni, Porras y Penagos, González Aquino y Battaglia, en ese orden, fueron los más importantes, sin olvidar que en el América prevalece el juego de equipo sobre las jugadas individuales.
Las cifras colocan a Millonarios como el tercero del año, aunque en términos reales acabó de cuarto Millonarios fue sin duda la gran decepción del Octogonal. Su nómina lujosa y sus antecedentes crearon entre sus seguidores una serie de expectativas que nunca se concretaron Para Jaime Ortiz Alvear, el peor enemigo que tuvo Millonarios fue su propio técnico, ya que fue incapaz de utilizar la nómina de jugadores, y su esquema de juego haría fracasar a cualquier centro delantero del mundo, llámese Villalba, Cabrera, Paolo Rossi o Gerd Muller. También considera que este año no ganó el mejor, el Atlético Nacional.
El cuarto en las estadísticas del año fue el Nacional, un equipo que en los primeros meses tuvo que adaptarse al cambio radical de estilo impuesto por su nuevo técnico, pero que al final mostró un gran poderío que lo mantuvo en la pelea hasta el último minuto. Héctor Jaime Posada de El Mundo opinó que cualquiera de los tres merecía ser campeón. El Nacional cambió su estilo de juego de años anteriores, y cuando sus jugadores asimilaron las enseñanzas del técnico Luis Cubilla, emparejaron el nivel del Junior y del América. En su opinión la gran figura del equipo fue el uruguayo Sergio Santín, quien jugó todos los partidos del año, incluyendo los amistosos, y fue vital por su gran regularidad en el campo de juego.
América fue campeón porque ganó los partidos que debía ganar. Mientras Nacional cedió muchos puntos empatando en casa dos veces con el Medellín y el Caldas, y el Junior perdió en Barranquilla con el América, los pupilos de Ochoa, en cambio, sacaron resultados importantes como visitantes, humillaron al Junior en Barranquilla y en Cali, y al final se dieron el lujo de ceder puntos como local sin que por ello perdieran el título. Fue fundamental para el América la continuidad de cinco años trabajando bajo las órdenes del mejor técnico colombiano, Gabriel Ochoa Uribe. La seriedad y la disciplina casi militar del estratega siempre se convierten en la gran ventaja de América, que en cinco años ha ganado tres campeonatos y ha salido tercero dos veces.

LOS QUE SE QUEDARON
Más abajo en la tabla quedaron enterrados Caldas, Santa Fe, Cali y Medellín. El Caldas fue muy irregular en su producción pero reveló este año nuevas figuras como el "Panelo" Valencia y Osma, y al final se ubicó de quinto. Santa Fe, que faltando tres fechas seguía en la pelea gracias a su poderosa delantera y a pesar de su frágil defensa, se derrumbó al perder en El Campín ante Nacional luego de estar en ventaja de 2-0. Luego fue arrollado por Millonarios y cerró su campaña con una triste derrota ante el Cali en Bogotá. Sin embargo le regaló a sus hinchas grandes partidos, y les dejó el consuelo de tener los mejores delanteros del torneo, Gottardi, Perazzo y Odine, quienes en menos de seis meses anotaron 53 goles, una hazaña pocas veces vista en el fútbol de nuestros tiempos. El Cali, un equipo humilde y sin mayores pretensiones, se limitó a jugar al fútbol de la mejor manera y ganó algunos partidos importantes pero jamás tuvo argumentos del todo suficientes para meterse en la pelea. Por último el Medellín, un equipo incapaz de meter goles, se resignó desde el principio a ser el "colero" a pesar de su buena defensa. También mostró una serie de jugadores de gran futuro, como Raigoza y Ortiz.
El octogonal de 1983 será recordado por haber presentado una de las mejores finales. El responsable, además de la gran cantidad de "cracks" protagonistas de los partidos, fue Alex Gorayeb, el inventor del sistema de clasificación de este año. El octogonal recuperó su interés, el público volvió al fútbol y por primera vez en mucho tiempo, faltando un minuto para el final, no se sabía cual iba a ser el campeón.