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| Foto: EFE

DEPORTE

El lado oscuro de la proeza del Leicester City

La hazaña de los Zorros esta temporada es considerada admirable, sin embargo, los negocios del fútbol ensombrecen los logros de los jugadores.

Alianza BBC
3 de mayo de 2016

Los rasgos positivos (hasta heroicos si ustedes quieren) de la campaña del Leicester City FC esta temporada han sido tan intensos que cuesta imaginar el contraste con la otra cara de la moneda: el claroscuro no favorece al héroe.

Así tenemos a un equipo destinado presuntivamente a las divisiones inferiores pero que de repente domina con claridad la Premier League, integrado por jornaleros que en un suspiro ascienden a capataces de obra, dirigidos por un técnico cuyo nombre estaba asociado a numerosas frustraciones que de improviso deviene en un ganador sabio a quien todos escuchan con reverencia.

El relato periodístico jornada a jornada tiende más al bosquejo que al retrato, ya se sabe, de modo que no vendrá mal que completemos la imagen con datos que sirvan para iluminar con más naturalidad la escena.

Conviene saber, por ejemplo, que la Football League (no confundir con la Premier League), que controla tres divisiones del fútbol inglés (Championship, League One y League Two) todavía investiga el ascenso del Leicester a la Premier, en 2013-14, debido a sospechas de que los dirigentes habrían violado los reglamentos de "juego limpio financiero", a expensas de otros clubes.

Sexo y racismo

También sería necesario echar un vistazo a la veta de racismo que parece extenderse en el plantel, como pudo apreciarse en el escándalo de hace casi exactamente un año, cuando surgieron vídeos de una orgía de tres jugadores con prostitutas tailandesas, en un hotel de Bangkok, durante una gira "de buena voluntad" del plantel por la tierra de los propietarios del club.

La vena racista también se pudo apreciar en la actitud violenta de Jamie Vardy, a comienzos de agosto pasado, con un hombre de aspecto asiático, en una sala de juego, a quien insultó llamándolo reiteradamente "jap"; no se debe subestimar la carga despectiva de este epíteto en el lenguaje coloquial inglés.

Llama la atención la ligereza con que estos futbolistas tocan las notas racistas en un club cuyos propietarios son tailandeses: tanto Vardy como los tres protagonistas de la orgía en Bangkok, Tom Hopper (21 años), Adam Smith (22) y James Pearson (21), subrayaron con ánimo insultante rasgos faciales comunes a varias etnias asiáticas (del mismo modo que algunos asiáticos suelen destacar las "inmensas narices y orejas" de los pueblos caucásicos).

La familia Srivaddhanaprabha, propietaria del Leicester City desde 2010, que es budista, reaccionó enérgicamente ante este karma: rescindió los contratos de los tres protagonistas de la orgía y luego despidió al DT Nigel Pearson, padre de James, cuya personalidad fogosa también había sido objeto de polémicas la temporada 2014-15.

Amigos del técnico lo defendieron diciendo que el escándalo de Bangkok vino de perlas para justificar un despido que habría sido decidido por otras razones.

Fue bajo Pearson que el Leicester ascendió a la Premier League, en 2014, y también encabezó la gran remontada del club al finalizar la temporada: de estar virtualmente "condenados" al descenso, los Foxes (Zorros) encadenaron una serie de siete victorias en los últimos nueve partidos de liga, que les permitieron terminar la temporada en 14º lugar.

Este dato sirve para matizar el aporte de Claudio Ranieri: el italiano no llegó a un club en total desarraigo, sino a uno cuyos jugadores ya habían dado pruebas de una llamativa vitalidad.

De los tres jugadores más destacados del equipo, sólo N‘Golo Kanté llegó esta temporada (agosto de 2015); Jamie Vardy está en el plantel desde 2012 y Riyad Mahrez llegó en 2014.

Trestellar Ltd.

Como decíamos, la Football League investiga una serie de transacciones comerciales por las cuales el club concedió a una empresa llamada Trestellar Ltd los derechos de comercialización en el Reino Unido y el sudeste asiático.

Esto permitió al club aumentar de inmediato sus ingresos en £11m (US$16m), un monto que la League considera muy abultado, dadas las expectativas de otros clubes de tamaño similar.

Según la versión oficial, Trestellar vendió a su vez los derechos de nombre del estadio y las camisetas del equipo a la empresa tailandesa King Power, que casualmente también es de propiedad de Vichai Srivaddhanaprabha, llevando los ingresos por comercialización a £16 millones (US$23m).

Si los investigadores aceptan como normal este aumento sustancial respecto de los £5m (US$7,5m) por ese concepto en 2012-13, se reduciría la posibilidad de una multa de la League, que exige ingresos saneados: las pérdidas de un club no pueden ser reducidas mediante aportes del propietario o por la vía de patrocinios comerciales si el monto excede en mucho los valores de mercado.

Una posible multa

El aumento de los ingresos tampoco se condice con el hecho de que, antes del acuerdo con Trestellar, King Power ya era patrocinante del estadio y las camisetas.

Una investigación del diario The Guardian también plantea dudas sobre la naturaleza de la propia Trestellar.

En la dirección registrada, los periodistas no encontraron signos de la compañía, que tampoco tiene un sitio internet o números telefónicos, pero cuya capacidad de comercialización es tan persuasiva como para haber colocado un contrato de patrocinio con un aumento sustancial...casualmente a la misma empresa que ya disfrutaba de esos derechos y además es propietaria del club que recibe los fondos.

La investigación, publicada el 11 de abril, concluye que Trestellar "fue fundada por el hijo y la hija del ex presidente de la Premier League, Sir Dave Richards, quien tiene estrechos lazos con los propietarios tailandeses del Leicester City."

Tras la publicación del Guardian, un portavoz del Leicester City dijo que el club había contestado un pedido de aclaraciones sobre el tema de la Football League. "El club -agregó- tiene confianza en haber cumplido con las normas de Juego Limpio Financiero de la League durante la temporada 2013-14 y también que de estos procedimientos no surgirá ninguna irregularidad".

Estas presuntas irregularidades, reales o no, no desmerecen el logro deportivo del Leicester City esta temporada, que será recordada como un hito en la historia del fútbol inglés, pero contribuyen a completar el panorama.