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| Foto: ligapostobon.com

DIRECTOR TÉCNICO

¿Quién es Wilson Gutiérrez?

Mucho se habló de él. Que era inexperto, que no lograría dirigir ese grupo y que el reto le quedaría grande. Sin embargo logró la hazaña y su nombre quedará por siempre en los anales de la historia santafereña.

15 de julio de 2012

Alguien dijo que "si Wilson nos saca campeón, le hacemos una estatua". Y no sería para menos. Haber logrado la hazaña que tantos otros no pudieron en tanto tiempo, y con la semejante presión que implica estar al frente de un equipo de la capital, es toda una proeza.
 
Mucho se habló de él, sobre todo, de su inexperiencia y falta de jerarquía para dirigir a un plantilla llena de 'vacas sagradas' y 'cancheros' del fútbol colombiano. Se dijo que sería un reto que le quedaría muy grande.
 
Así, contra los pésimos pronósticos de los optimistas, Gutiérrez llevó a su equipo a la séptima estrella y a todo un pueblo al inmenso desahogo.
 
El DT del campeón se forjó como futbolista justamente ahí, en Santa Fe. Debutó en 1994 y duró 4 años vistiendo la camiseta albirroja. Su posición era la de lateral derecho y ahí, logró llegar hasta la final de la Copa Conmebol en 1996.
 
Su carrera dentro de las cancha no fue exitosa si de títulos y grandes equipos se trata. Luego de Santa Fe, jugó en el Huila, El Cóndor F.C., Unión Soacha y La Equidad. Se retiró en 2005 y al año siguiente empezó su camino como entrenador.
 
En 2006 fue asistente de Pablo Centrone en el Alianza FC de El Salvador, uno de los grandes de ese país. Cinco años después, ya en Colombia, se hizo cargo del Juventud Girardot de la segunda división hasta que en 2011 le llegó la oportunidad de medirse en la grande.
 
El proceso lo comenzó como asistente de Arturo Boyacá en el primer semestre, pero tras la salida repentina de este, Wilson se hizo cargo y logró, en su debut, llevar al equipo hasta los cuartos de finales de la Copa Sudamericana, a solo unos segundos de la semifinal, y a esa misma instancia en la Liga.
 
Aunque los resultados ya los respaldaban, en 2012, tras un comienzo poco convincente, se rumoró por todo lado sobre su salida y sus posibles reemplazos. Pero el destino le tenía reservado el mejor capítulo de su vida.
 
Con un planteamiento táctico algo ajeno a nuestro fútbol y manteniendo la figura del clásico 10 con Omar Pérez, Wilson logró la hazaña y quedará inmortalizado para siempre en los anales de la historia santafereña.