La asombrosa historia de Jimmy Ortiz, ciclista bogotano que subió tres míticos puertos de montaña en 55 horas; fueron más de 830 km de recorrido

Uno de los momentos más emocionantes en el ciclismo son los ascensos, cuando los pedalistas se disponen a cumplir con puertos de montaña que pocos son capaces de afrontar. Históricamente, Colombia es una potencia con la escalada con ciclistas como Egan Bernal o Nairo Quintana, quienes se prepararon durante años en las carreteras del país para llegar a lo más alto.

Colombiana, a lo largo de sus 32 departamentos, tiene míticos puertos de montaña que no solo han sido escalados por ciclistas profesionales, sino también por personas aficionadas al deporte de las bielas. Y es que está claro que para disfrutar de este deporte no es necesario ser un deportista élite, solo es necesario, además de la bicicleta, la ganas y la pasión.

Este es el caso de un ciclista amateur que afrontó uno de los retos más importantes hasta la fecha en el ciclismo aficionado. Con su espíritu de aventura y la convicción de hacer algo histórico, Jimmy Ortiz emprendió un desafío que pocos se atrevería a siquiera intentar, y menos completar.

En su caballito de acero, Ortiz cumplió con los míticos ascensos a los puertos de montaña de El Crucero, Alto de Letras y Alto de La Línea, recorrido que le tomó exactamente 55 horas con 36 minutos y 9 segundos, tiempo en el que recorrió un total de 835.28 kilómetros.

Cabe recalcar que el tiempo sobre la bicicleta fue de 37 horas con 40 minutos y 28 segundos. El resto se distribuyó entre las cuatro horas que durmió y las paradas obligatorias para cumplir con otras necesidades básicas como comer.

“La motivación fue llevar el cuerpo y la mente al máximo, romper los límites de mis capacidades y demostrar que cuando uno desea algo con el corazón, lo puede lograr”, expresó Jimmy Ortiz en conversación con SEMANA.

Es necesario aclarar que para que una persona haga un recorrido como este debe tener experiencia y una preparación previa, que solo se logra con años de entrenamientos. En el caso de este bogotano, de 33 años de edad, él lleva practicando ciclismo durante dos años y hace año y medio es ultrafondista.

En esta ocasión, Ortiz sintió “nervios antes de iniciar, pero sabía que iba preparado tanto física como mentalmente”. Esa confianza se debe a que ha realizado “muchos ultrafondos y sabía que estaba full preparado” para afrontar el reto de ir desde Aguazul, municipio ubicado a 27 km de Yopal, en el departamento de Casanare, hasta el Alto de la Línea, uno de los puertos de montaña del país que está en medio de la Cordillera Central a 3.265 m s. n. m., entre el municipio de Calarcá, Quindío, y Cajamarca, en Tolima.

La travesía de este ciclista bogotano inició el jueves 6 de abril a las 12 del medio día y terminó el sábado 8 de abril a las 7 de la noche, período en el que tuvo que soportar lluvias inclementes con temperaturas muy bajas, así como momentos de calor bajo el rayo del sol. Así mismo, superó la penumbra de la noche con cada pedalazo que daba, aferrado al sueño personal de culminar el exigente recorrido.

El primer segmento del recorrido tuvo lugar entre Aguazul y Alto del Crucero, siendo el primer mítico puerto de montaña en enfrentar con 92 km 3.460 m s. n. m. La segunda incursión tuvo lugar entre Mariquita y Alto de letras, en el que consiguió el ascenso al superar 80 km a 3.157 m s. n. m.

Por último, el de la victoria final, fue desde Ibagué hasta Alto de la línea, último puerto de montaña con 23 km a 3.285 m s. n. m.