Müller no anotó pero sirvió un balón importante para la defición de Shcürrle. | Foto: AFP

BRASIL 2014

Schürrle y Özil definen el duelo épico: Alemania 2, Argelia 1

En uno de los partidos más memorables de Brasil 2014, Argelia llevó a Alemania hasta las últimas consecuencias y cayó con las botas puestas.

Alejandro Pérez
30 de junio de 2014

Después de 90 minutos de batalla de un lado para otro, con espectacular actuación de todos los futbolistas en el terreno, casi en la primera bola del primer tiempo suplementario apareció Thomas Müller por el lado izquierdo del área argelina con un pase rastrero y anticipado.

Hacía unos minutos Müller había lucido muy mal, desarticuló un laboratorio de tiro libre con una carrera torpe en la que casi se cae de cabeza. Durante los 90 iniciales no corrió con suerte, y cuando pudo lanzar al arco estuvo el portero, o Halliche, el Yépes argelino o Ghoulam… Pensar a Müller como torpe es antinatural, por eso él mismo apareció con fútbol para poner orden a la realidad.

Su pase bailó entre las piernas de la defensa y llegó a Schürrle, que llegó sobrando al balón de su compañero, pero con la inteligencia del delantero recursivo suficiente para dejar su pierna atrás. El balón rozó la extremidad del rubio de Chelsea y tomó rumbo al arco que por tanto tiempo y con tanta fe habían mantenido en ceros Mbolhi. Fue el gol definitivo para sellar el paso de Alemania, la ultra favorita a ganar el partido, a cuartos de final y enfrentar a Francia. Ganó 2 a 1, y el viernes a las once de la mañana en el Marcaná se juega el pso a semi finales

Partido aparte para Mbohli, un señor portero que a pesar de la derrota ganó la distinción al mejor de la cancha. Le sacó con la punta de los dedos un balón a Philipp Lahm que debe ser la atajada del torneo, y con actitud, buena ubicación y salvadas se echó a su equipo al hombro.

Los argelinos recibirán un tratamiento de héroes en casa. Con solo llegar a este partido habían llevado a su equipo nacional tan lejos como nunca antes, pero con el juego que hicieron hoy contra un absoluto poder mundial escribieron una página de leyenda. Alemania los venció, pero frente a estos zorros del desierto históricos lució vulnerable y humana en varios pasajes del partido.

Incluso cuando Özil anotó el segundo en el minuto 118 y se sabía que ya no había tiempo para remontar, los argelinos hicieron creer que todo era posible. Anotaron gol al 120 y tuvieron una jugada más que alcanzó a cortar la respiración de los espectadores de tan épica batalla.

Feghouli fue enorme, Halliche fue histórico, hasta que le tocó salir ya reventado en lo físico. El plan trazado por el técnico bosnio Vahid Holilodzic fue ejecutado. Hizo varios cambios con respeto al conjunto que derrotó a Corea y empató con Rusia. Y si bien mantuvo a jugadores clave como Feghouli y Slimani en el terreno, el no incluir a buenos lanzadores como Medjani y Djabou ni a la bomba de tiempo sónico que es Brahimi hacía pensar en un conjunto defensivo y tímido como el que jugó el partido inicial contra Bélgica.

No fue el caso. Con pelotas cruzadas largas y precisas, con toque inteligente, Argelia logró poner en aprietos a la línea de tras de Alemania y llevó a Neuer a explotar como nunca antes la faceta de líbero. La ejecutó por lo menos cuatro veces en el transcurso del juego, salvando a su defensa de los piques endemoniados de Slimani, de Soudani también. La única pelota que Neuer no pudo salvar fue el gol que crearon Brahimi y Djabou, los dos ingresados como substitutos, dos que generaron opciones de gol cuando jugaron el torneo.

Alemania trató con el empuje de un Schweisteiger incansable, con lanzamientos de pelota quieta y de media distancia de Kroos, con Müller que no dejaba de intentar así la puntería al arco hoy no fuera lo suyo. Alemania es un justo ganador, anotó porque jamás dejó de buscarlo, pasó porque con fútbol derrotó a un rival enorme pero que desde lo físico se vio más vulnerable en los tiempos extras.

Alemania hizo lo que le pedía la historia, ganar, y Argelia hizo historia al morir con las botas puestas y no dejar de creer que le era posible avanzar. No alcanzó para pasar a cuartos contra Francia –qué coyuntura intensa que se hubiera llevado en Francia con ese duelo-, pero alcanzó para elevar a esta como la selección nacional más memorable de todos los tiempos.

A Alemania le falta camino para llevarse esos honores. Su próximo rival será Francia en un duelo que promete seguir elevando la leyenda de este mundial como un torneo inolvidable.