El mediocampista de la Juventus abrió la senda del triunfo para Francia. | Foto: AFP

BRASIL2014

¡Pogbazo a las Águilas! Francia 2, Nigeria 0

El equipo de Deschamps sufrió mucho para superar a los africanos, que sintieron la baja sensible de Onazi y no pudieron contener a los galos.

Alejandro Pérez
30 de junio de 2014

Nigeria fue figura hasta que ya no lo pudo ser más por virtud de Francia y por la pérdida de uno de sus más sólidos mediocampistas. Nigeria arrancó los dos tiempos del partido demostrando que podía robarle el balón al rival, que podía generarle peligro y opciones. Francia, por el contrario, fue siempre de atrás para adelante. Cerró el primer tiempo mucho mejor de lo que lo empezó, y desde la entrada de Griezmann en el segundo cambió la cara, volvió a la vida e hizo la diferencia con goles.

Los dos tiempos fueron la historia de un dominio compartido. Nigeria levantó la mano primero y luego vio a Francia replicar.

A pesar del cero a cero, la primera parte fue noble, no presentó tarjetas y sí dos equipos que se volcaban la ataque más de lo que se replegaban a marcar. Nigeria tuvo el balón primero, y buscó con Odemwingie, con Moses; buscó por el aire producto de los varios tiros de esquina que obtuvo, pero no logró vulnerar a Lloris. Solo una vez entró el balón al arco francés, pero fue en jugada invalidada por fuera de juego de Emenike.

Francia tuvo a un espléndido Valbuena como motor. El pequeño orquestaba ataques a los que se sumaban Matuidi y Pogba, no tanto Benzema y Giroud. La jugada más clara del primer tiempo vino en pies de Pogba tras pared con el motor de baja estatura. La volea del morocho mediocampista de la Juventus fue espectacular, pero al frente estaba otro de los actores claves de la historia del partido: Vincente Enyeama. El portero sorteó con sus guantes el remate cuando Francia empezaba a cocinar su ataque mortal. El que estableció al inicio de este mundial.

Y esa tapada contagió a Nigeria, que en el segundo tiempo salió con mucho ímpetu, paciencia y tenencia. Le tuvo el balón a Francia, y lo borraba de la cancha con todas sus figuras: no aparecía más Valbuena, no se mostraba Pogba, no conectaba Benzema y Giroud jamás entró en ritmo… y luego la nobleza terminó.

Al minuto 54 vino una entrada terrible de Matuidi sobre Onazi en la disputa de un balón. El francés debió ser expulsado, pero mantuvo en cancha. La camilla sacó a Onazi del partido en una camilla y con las manos tapando un rostro adolorido. Las imágenes dejaban ver como su tobillo dobló de una manera de la cual recuperarse y jugar era imposible.

Los últimos embates serios al ataque de Nigeria vinieron en esos diez minutos posteriores a la exclusión por lesión de su compañero. Moses trató de ser el factor desequilibrante, mientras Francia seguía ahogada, sus sociedades estrella lucían controladas. Y Deschamps se aburrió de esta evidente falta de electricidad y cambió el partido. Envió al terreno a Griezmann, sacó a Giroud y su equipo volvió a la vida.

Pronto Francia se adueñó del balón, y entre los minutos 63 al 84 fue amo y señor de las acciones, muchísimas de peligro y muy bien controladas por Enyeama.

Y la ironía del fútbol sonrió cuando de un tiro de esquina que el guardián del arco nigeriano voló a controlar, pero manoteó suave en vez de puñetear, vino el gol de Francia. La pelota quedó flotando en el área, y Paul Pogba, de gran primer tiempo pero virtualmente invisible en el segundo, usó la cabeza para redirigirle el vuelo e inflar la red.

Golpe fuerte para Nigeria y para un portero que vio cómo su único error en la Copa –era candidato para ser de los mejores, si no el mejor portero- le costó la clasificación a su equipo. Golpe anímico para Francia que controló los ataques tímidos de un rival desinflado al final, e incluso provocó una segunda anotación, un autogol de Yobo producto de un pase de la muerte de Valbuena.

El pequeño motor provocó el segundo y definitivo, un premio justo para el mejor jugador del equipo que avanza a cuartos de final y aguarda el ganador entre Alemania y Argelia en su duelo de cuartos de final. Francia ganó, mostró por pasajes del partido su explosividad, pero recibió buen trato por parte del juez central. Para el futuro, no podrá depender si no de su buen fútbol, tiene un pequeño karma por pagar.