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AL ALCANCE DE TODOS

El presidente hace un disgnóstico sobre la situación económica del país, y abre perspectivas para el futuro próximo.

4 de octubre de 1982

Con su conocido estilo e indiscutible calor humano, hablando en un lenguaje sencillo que todos entendieron, el presidente Betancur, en alocución de televisión, hizo un diagnóstico de la situación del país y señaló los lineamientos globales para la acción de su gobierno en aras de aliviar al sistema económico de las dolencias que lo aquejan.
El mensaje comenzó con un diagnóstico de la situación del país. Citando cifras que ya son muy conocidas sobre los indeseables resultados de la producción en los últimos meses, no se dejó caer en una posición pesimista en relación a lo que se puede esperar del futuro. La colaboración de todos los colombianos y el trabajo "tieso y parejo" pueden ser la puerta de salida del atolladero.
De su diagnóstico se deduce una concepción keynesiana de la crisis porque considera que se debe a una falta de demanda. Se notaba aquí la mano del profesor Currie y su creencía de que la insuficiencia de ingresos por parte de las personas se refleja en desincentivos para la producción.
De la misma manera, llamó mucho la atención el análisis de la inflación y sus causas. Tuvo un enfoque muy monetarista que no se hubiera esperado de parte de quien ha atacado con tan duras palabras a esa escuela del pensamiento económico. "Hay inflación, dijo, cuando los medios de pago superan la producción" Es una frase que recuerda el lenguaje de Milton Friedman en su último libro, "Libertad de elegir". Naturalmente, el eclecticismo presidencial permitió que el aumento de los precios también se achacara a otros factores, como las expectativas de inflación y el déficit fiscal. La falta de dinero para los gastos del gobierno hace necesario que se "ponga a funcionar la maquinita" de emisión, lo cual se manifiesta en mayores precios.
Para combatir la inflación, en consecuencia, se controlarán los medios de pago y el déficit fiscal. Para lo primero, se buscarán fórmulas para terminar con la financiación de los gastos gubernamentales mediante la Cuenta Especial de Cambios. Concretamente, es muy probable que el presidente se haya referido a la parte de esa cuenta que corresponde a la compra y venta de dólares. Puesto que cada día el precio del dólar es más alto, las ventas de divisas por parte del Banco de la República generan una utilidad contable: los mismos dólares se venden por una mayor cantidad de pesos lo cual, en la práctica, funciona como dinero de emisión con graves consecuencias inflacionarias.
Para combatir el déficit fiscal se intentará reducir la evasión del pago de impuestos por parte de los contribuyentes y también en los gastos de funcionamiento del gobierno. No se conocieron los instrumentos que se utilizarán para eso, pero en cambio quedó claro que los presupuestos de los distintos organismos del Estado se reducirán en un 5% real.
De una parte, entonces, se imponen controles monetarios. Y de otra, se pretende estimular la demanda. Hay allí una aparente contradicción que se despeja con la intención del gobierno de destinar mayores recursos a la producción. Según BB, la administración anterior permitió "mucho dinero pero no para la producción sino para los gastos del gobierno". En realidad, lo que se plantea es un cambio en la composición de la demanda, reduciendo la del sector estatal en aras de una mayor producción del sector privado. El gran interrogante que al respecto dejaron las palabras del presidente Betancur fue el relacionado con la continuación de grandes obras públicas iniciadas por mandato PIN, con inversiones considerables, que están inconclusas.
En lo relativo al tema de la reactivación económica, sobre el cual se habían despertado las mayores expectativas, el país regresará a los modelos de desarrollo desequilibrado con un sector líder, que es la construcción. Es la antigua idea de Lauchlin Currie desde que llegó a Colombia y plasmó sus ideas, en la "Operación Colombia", y en "Las cuatro estrategias".
Además de que contribuye a solucionar el problema de la vivienda, la construcción genera empleo de mano de obra no calificada aprovechando la gran demanda latente que existe por habitaciones.
A la industria, por su parte, se le aplicará un tratamiento de tipo cepalino, como se esperaba desde un comienzo. Aumentarán las barreras arancelarias para evitar el despilfarro de divisas en importaciones que perjudican a la industria. Se pasarán mercancías de la lista de libre importación a la de licencia previa y se limitarán las compras en el exterior, de aquellos productos que no se fabrican en el país, con énfasis en los bienes de capital. Se trata del conocido régimen de protección selectiva que se comenzó en el gobierno pasado: en la mentalidad ecléctica de Belisario hay campo incluso para el continuismo.
En resumen, independientemente del contexto económico, la intervención del presidente fue un éxito político. Se proyectó como un mandatario preocupado que comparte los problemas de sus compatriotas y que tiene la voluntad e intención de resolverlos. Su mayor acierto puede haber sido el manejo de la televisión a un nivel accesible que hizo que los colombianos pudieran entender, o por lo menos conmoverse con planteamientos de tipo técnico que en el pasado se consideraban exclusivos para los expertos.