Bancos: pago de $5.000 millones no cubre costos del Ingreso Solidario

Para la entrega del Ingreso Solidario ($160.000 mensuales) a tres millones de colombianos, el Gobierno licitó con varios bancos del país y, además, utiliza mecanismos de giros de dinero no bancarios.

Para lograrlo, los bancos elegidos pusieron a disposición del mecanismo sus canales presenciales, corresponsales, canales digitales y aplicaciones. El Gobierno, por su parte, impuso tarifas para compensar a las entidades por cada giro mensual a cada beneficiario. En promedio, la tarifa es cercana a los $1.600.

Sin embargo, este pago, que alcanza en total los $5.000 millones mensuales, es inferior a los costos en los que incurren los bancos.

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Por ejemplo, los bancos han señalado que el Gobierno les anuncia a los colombianos que desde determinada fecha estará disponible en las cuentas bancarias o digitales de los beneficiarios el pago correspondiente, pero muchas veces les gira a las entidades los recursos asignados tarde el día anterior.

Esto obliga a las entidades a pagar horas extras y a tener disponibles más empleados para que los tres millones de beneficiados con el Ingreso Solidario puedan disponer de sus recursos efectivamente el día correspondiente desde tempranas horas.

Hay entidades que también advierten que los costos de distribuir el subsidio pueden ser hasta del doble de las cuentas por cobrar, aunque también reconocen que es un aporte que deben hacerle al país y, en particular, a los colombianos más necesitados, por lo que no les sorprendió que la tarifa que les paga el Gobierno sea inferior a los costos de dispersar el subsidio.

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Además del uso de la infraestructura financiera, los bancos asumen los costos de las operaciones que están detrás de cada una de las transacciones, incluidas las devoluciones de los recursos a la Nación pues hay quienes nunca reclaman el subsidio que se les asignó.

La situación se da pese a que las entidades tienen entre sus costos más altos las campañas de comunicación para notificar a los beneficiarios que su dinero está disponible, que fueron seleccionados por el Gobierno y que pueden retirar o utilizar su dinero consignado en cuentas virtuales o tradicionales, así como la habilitación de call centers exclusivos para estos usuarios.

Finalmente, para quienes tienen oficinas o puntos de atención y acceso en las zonas rurales, se suma el costo de transportar el dinero hasta esos lugares.