SISTEMA FINANCIERO
La desaceleración llevó a los colombianos a extender sus deudas
El reporte de estabilidad financiera del Banco de la República reveló que los colombianos decidieron hacerle frente al menor crecimiento económico alargando sus deudas, lo que disminuyó la carga de endeudamiento de los hogares.
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Durante el 2016 los colombianos utilizaron para el pago de deudas un promedio de $19,4 por cada $100 que les ingresaban, una clara disminución frente a los $22,2 que destinaban en el 2015. De acuerdo con el informe del Banco de la República, la disminución se debe a un alargamiento en los plazos de las deudas de los colombianos.
La proporción disminuyó especialmente para los hogares con ingresos mensuales inferiores a $1,2 millones, que pasaron de una carga de deuda de $43,5 por cada $100 a cerca de $27,4. Este segmento representa el 2% de la deuda nacional de los hogares colombianos.
Por su parte los hogares con ingresos mensuales superiores a $5,3 millones, que representan el 50% de la deuda total de los hogares colombianos, apenas disminuyeron su carga de deuda desde los $17,6 por cada $100 en el 2015 hasta $16,6 por cada $100 en el 2016.
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Fuente: Banco de la República
La carga de deuda en los hogares es otro reflejo del ajuste que ha tenido el sistema financiero frente a la desaceleración económica del país. El informe del Emisor recuerda que “a febrero de 2017 el activo de los establecimientos de crédito presentó una tasa de crecimiento real anual de -2,4% y se ubicó en $578,5 billones” y se materializó uno de los riesgos del sistema, que por fortuna no ha puesto en aprietos al mismo: la cartera morosa creció.
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En especial, los sectores de minería y agricultura aumentaron sus carteras morosas. Mientras agricultura alcanzó un índice de 5,2%, minería reporta la mayor cartera morosa con un 9,3% que se explica en la caída de los precios internacionales del petróleo y otras materias primas.
Minería también estuvo entre los sectores con mayor deterioro de su riesgo, junto con electricidad, gas y agua; transporte, almacenamiento y comunicaciones, y restaurantes y hoteles.
A esto debe sumarse que en promedio la morosidad en todas las carteras creció cerca de 60 puntos básicos durante el 2016, hecho compensado con las provisiones del sistema financiero que se mantienen superiores a los niveles obligatorios por ley.
Además, el reporte señala que “las ventas de vivienda nueva para el agregado de las tres ciudades mostraron una ligera desaceleración a finales de 2016, pero se han estabilizado en lo corrido de 2017 y se ubicaron en 8,7% en febrero”, mientras que la cartera crediticia para dicho segmento se mantuvo casi sin cambios.
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Por otro lado, los establecimientos también vieron caer su fondeo, que llegó hasta un registro negativo de 2,4% en febrero de este año, disminuído especialmente por la caída en los fondeos de cuentas de ahorro y depósitos a la vista, que incluso arrastraron los resultados positivos de los segmentos de los depósitos a término.
Las inversiones de los establecimientos de crédito también han disminuido en el último año y al cierre de febrero de este año acumulaban una caída anual de 7,7% hasta los $103,6 billones.
Sin embargo, el informe destaca que la composición de las inversiones se ha mantenido estable y los activos con mayores participaciones siguen siendo los TES de 38%, acciones de emisores extranjeros de 22% y nacionales con 14,7%.
El sistema financiero también tiene sus preocupaciones. Un mayor deterioro de la cartera del sector transporte, la incertidumbre sobre el arranque de las vías 4G, el deterioro del entorno macroeconómico del país y la confianza del consumidor todavía en terreno negativo, trasnochan al segundo sector que más creció durante el débil primer trimestre del año.
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