Home

Economía

Artículo

En el gremio de los esmeralderos, el símbolo del negocio es Víctor Carranza. Algunos incluso lo llaman el Juan Valdez de las esmeraldas.

MERCADOS

El estigma de los esmeralderos

Las recientes noticias publicadas sobre Víctor Carranza, el llamado 'zar de las esmeraldas', desataron pánico en contra de esta industria. Se teme que las piedras colombianas sean vetadas internacionalmente.

6 de febrero de 2010

El sector de las esmeraldas creía haber superado los aciagos tiempos en los que la violencia y las malas noticias parecían ensañarse contra esta actividad. Los empresarios venían trabajando para tratar de borrar la mala fama que han cargado por largos años y darle un vuelco definitivo a la industria.

Pero el estigma revivió en los últimos días con las noticias publicadas por diferentes medios de comunicación, según las cuales España se aprestaría a pedir la extradición del empresario de esmeraldas Víctor Carranza, por el supuesto delito de tráfico de drogas. Aunque esta información no ha sido confirmada por las autoridades españolas y en Colombia el DAS aseguró que a la entidad no ha llegado una solicitud de extradición, la noticia comenzó a afectar la industria.

Entre los esmeralderos, el símbolo del negocio es Víctor Carranza. Algunos del gremio incluso lo llaman el Juan Valdez del sector.

Germán Forero, presidente de la Asociación de Productores de Esmeraldas de Colombia (Aprecol), dice que se ha creado un pánico financiero en contra del gremio, con graves consecuencias de orden económico.

El pánico se ha traducido en hechos. Algunos inversionistas extranjeros, que estaban interesados en proyectos mineros, súbitamente manifestaron su negativa a continuar adelante con los procesos de negociación. Este es el caso de Gemfields, una de las principales empresas del mundo en el mercado de las piedras preciosas, que había puesto sus ojos en las esmeraldas colombianas. Esta compañía, con sede en Londres, visitó el año pasado el país y de entrada armó planes para comenzar la venta de las gemas colombianas en la capital británica y con la posibilidad de invertir directamente en las minas.

Esta compañía incursiona en todos los procesos desde la extracción de las piedras en bruto, su pulida y la comercialización en el nivel internacional. Daniel De Narváez, ingeniero de minas, ex presidente de Aprecol y amplio conocedor del sector, afirma que sería una lástima que el país perdiera la oportunidad de tener inversionistas de este nivel que traen tecnología y ayudarían a desarrollar el sector minero nacional.

Los empresarios temen que el mal ambiente que se está creando en el exterior pueda tener consecuencias más graves, como un veto hacia las piedras procedentes de Colombia. De Narváez no lo descarta: "Es muy preocupante que se llegue a una sanción injusta hacia las esmeraldas colombianas".

Las esmeraldas colombianas gozan en el nivel internacional de gran prestigio. De hecho, por su calidad, las gemas nacionales son consideradas las más finas del mundo. Colombia abastece el 55 por ciento del mercado mundial de esmeraldas, seguido de Brasil, con el 15 por ciento; Zambia, 12 por ciento; Zimbabwe, 5 por ciento, y Pakistán, 5 por ciento.

La estigmatización también está afectándolos localmente. Algunas empresas mineras están seriamente preocupadas por las medidas que comenzaron a tomar algunos bancos, asustados por las noticias. El Banco Agrario en la oficina de Muzo, Boyacá, ya les canceló las cuentas corrientes y corporativas de pago de nómina a tres empresas mineras.

Por otro lado, la Fiduciaria Colombiana de Comercio Exterior (Fiducoldex) les ha pedido certificación de los dineros del Fondo Nacional de las Esmeraldas, un fondo parafiscal que se nutre del 1 por ciento de las exportaciones de esmeraldas. Estos recursos que están en una fiducia se destinan a programas de desarrollo social, la promoción de las esmeraldas y a fortalecer la competitividad.

Los golpes parecen llegar por todos lados. La Federación Nacional de Esmeraldas de Colombia tenía las maletas listas para asistir a Expo Shanghai 2010, la feria Universal en donde esperaban compartir exposición con el café y las flores colombianas. El gobierno los tenía entre los participantes para promover las bellas y finas esmeraldas del país, pero, según notificación que recibió el presidente de Aprecol, ya no estan interesados en que asistan.

Los productores creen que como consecuencia de la información relacionada con el zar de las esmeraldas, se podría frenar, incluso, los programas que han venido adelantando en los últimos años para organizar esta actividad que por su naturaleza se ha caracterizado por una enorme informalidad.

Sienten que se ha puesto en riesgo la segunda fase de lo convenido entre Fedesmeraldas, la Organización para las Migraciones (OIM), el Instituto de Bienestar Familiar y la Agencia Internacional para el Desarrollo (Usaid), de la cual se beneficiarían más de 300 familias de los sectores mineros de la región del occidente de Boyacá. Hasta se congeló el proceso de paz en esa región, que busca desarrollar la zona que data del año 91. Como dicen algunos productores de esmeraldas, es como si les hubiera caído la roya.

Para darle un vuelco a esta actividad, el gremio viene tratando de posicionar el Centro de Investigaciones de Gemas (Cdtec) en los niveles local e internacional, y, según Juan José Cícua, ex director de esta entidad, han logrado importantes avances. Infortunadamente, este se ha visto afectado, pues se les cayó la demanda en los servicios de certificación de las mercancías que van al exterior.

Lo cierto es que las noticias publicadas en los últimos días, que extrañan a muchos en el sector, pues nadie ha logrado confirmarlas, llegaron en el peor momento. Como dice De Narváez la industria está a las puertas de un cambio sustancial y esto podría opacarlo.