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Ganancias, pese a todo

La publicación de los resultados financieros de las principales empresas del país en 2002 sorprendió positivamente.

3 de marzo de 2003

Ruptura del proceso de paz, recrudecimiento del conflicto, incertidumbre electoral, devaluación exagerada, crisis en Venezuela y Brasil, estancamiento en Estados Unidos?en fin. La lista de razones para creer que 2002 sería un año bastante regular para las grandes compañías era larga. La semana pasada, no obstante, se dieron a conocer los balances de las principales empresas, y los números no resultaron tan malos. De hecho, en algunos casos fueron muy buenos. Los datos sugieren que los últimos meses del año fueron mucho mejores que los primeros y que la variable que arregló las cosas fue el consumo interno. Esto se reflejó, por ejemplo, en los resultados de las empresas asociadas a la construcción, que fue uno de los sectores que más creció. La demanda de cemento repuntó, y con ella los resultados de las empresas productoras. Las ganancias finales de Cementos de Valle aumentaron 14,4 por ciento, las de Argos, 14,8 por ciento, las de Rioclaro 32 por ciento y las de Cementos Paz del Río 23 por ciento.

El repunte de la demanda interna también llevó a que creciera el consumo per cápita de cerveza. Esta fue una de las razones detrás del aumento de 80 por ciento en las utilidades de Bavaria, que pasó de ganar 187.000 millones en 2001 a 336.000 en 2002. A este resultado también contribuyó el hecho de que la base de comparación era relativamente baja, por la huelga que hubo en 2001 y, más importante, que la devaluación valorizó tanto las nuevas inversiones que la compañía hizo en Perú, Panamá y Ecuador el año pasado.

Entre las empresas con buenos resultados se cuentan las de telecomunicaciones. Orbitel aumentó sus ventas en 23 por ciento, de 371.000 millones de pesos a 459.000 millones, y estuvo cerca de triplicar sus utilidades. Lo propio hizo ETB, que aumentó ventas y subió sus ganancias de 180.000 millones a 251.000 millones. Bell South y Comcel se beneficiaron del dinamismo en el mercado de telefonía móvil, aunque las buenas ventas no se notaron tanto en los resultados finales, en parte por la carga financiera. Otra variable que tuvo un buen desempeño en 2002 fue el consumo de energía, lo que contribuyó a los buenos resultados de empresas como Codensa e ISA. Esta última aumentó 10 por ciento sus ingresos y 16 por ciento sus utilidades operacionales, aunque el resultado final se vio afectado por la devaluación puesto que, como todas las compañías con obligaciones en moneda extranjera, ajustó el valor de la deuda en pesos. Es un ajuste puramente contable que no afecta mucho la caja de las compañías pero sí se resta de las utilidades finales. La otra cara de la devaluación se ve en los balances de las empresas exportadoras, como las mineras y las azucareras. Los ingenios mostraron, en general, muy buenos resultados, ayudados por la tasa de cambio y también por los precios internacionales que repuntaron en el segundo semestre de 2002.

A las que les fue regular, en cambio, fue a las grandes cadenas de almacenes. Exito redujo sus utilidades en 44 por ciento. Al cierre de esta edición no se conocían los resultados de Carulla, pero hasta el tercer trimestre las utilidades eran bajas. La principal explicación es que, a pesar de que la ventas han crecido, la competencia en el sector ha sido muy fuerte y los márgenes de ganancia se han reducido. Tampoco les fue bien a los que exportan a Venezuela o tienen inversiones allá, que han perdido valor por la caída del bolívar. Esto se vio, por ejemplo, en los resultados de Sofasa. Pese a lo mucho que creció la venta de carros en el país, esta empresa no logró compensar la caída del mercado venezolano, y redujo sus ventas en 7 por ciento y sus utilidades en 45 por ciento.

En promedio, no obstante, los resultados para la mayoría de las empresas, aunque no fueron espectaculares, sí estuvieron por encima de las expectativas iniciales.