Mala política con Venezuela cosecha penas comerciales

Este miércoles Dinero.com publicó una entrevista a Javier Díaz, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), en la cual se tocó el complejo tema del comercio entre Colombia y Venezuela. Según Díaz, Venezuela ya se encuentra buscando proveedores diferentes a Colombia porque es consciente, a pesar de todo, de la gran dependencia que tiene el país de los productos colombianos. “En el tema avícola ya encontró un proveedor en Argentina y cerró el comercio para Colombia. En vehículos también lo hizo”, agregó. Ahora seguirá la búsqueda de mercados alternativos en campos como el cuero, el calzado, la confección y los alimentos, bienes que constituyen, sin lugar a dudas, el reto más grande a la hora de encontrar un reemplazo. Ante la decisión del gobierno de Venezuela, varios gremios colombianos ya iniciaron la búsqueda de exportadores alternativos en países de Centroamérica, Asia y Europa. Sin embargo, encontrar nuevos mercados no es una tarea fácil, plantea el director de Analdex, mucho menos en tiempos de crisis.

En relación con lo anterior, La República da a conocer la complicada situación de Fabricato y Coltejer por la caída de sus exportaciones a Venezuela y Ecuador. Aún cuando las ventas nacionales aumentaron en un 2 por ciento y sus exportaciones en un 1,6 por ciento, en las famosas textileras están preocupados por el efecto que el deterioro en las relaciones con los vecinos tendrá sobre sus finanzas. Las consecuencias ya se han hecho sentir: pérdidas netas de 26.376 millones de pesos en ambas empresas.

El País de Cali destacó cómo la Asociación Nacional de Cafeteros busca nuevo gerente, en reemplazo de Gabriel Silva Luján, que se fue a la cartera de Defensa. Ya se empiezan a barajar algunos nombres tales como Juan Camilo Restrepo (ex ministro de Hacienda), Catalina Crane (presidenta de Procafecol), Néstor Osorio (director general de la Organización Internacional del Café), Juan Lucas Restrepo (gerente comercial de Federacafé) y el mismo presidente de la Asociación Nacional de Industriales (Andi), Luis Carlos Villegas.

En el mundo

The Wall Street Journal abrió este miércoles con el anuncio de la unión de dos titanes: Microsoft y Yahoo. Aún cuando el año pasado Bill Gates ofreció alrededor de 47.500 millones de dólares a los dueños del famoso buscador de Internet y no había podido convencerlos de vender, esta vez, al parecer, Yahoo sucumbió ante la tentación. De llevarse a cabo la esperada unión, el célebre buscador Google viviría tendría que luchar en el cuadrilátero virtual contra un nuevo y poderoso rival. Se espera que en las próximas horas las directivas de ambas compañías hagan oficial la tan esperada y temida unión.

El Clarín de Argentina dio a conocer que después de extensas reuniones que parecían no tener fin, el gobierno de la Nación logró llegar a un acuerdo con los principales sindicatos y empresarios del país sobre el salario. Según las últimas declaraciones de la presidenta Cristina Kirchner, el salario mínimo en Argentina subirá progresivamente en el último semestre de este año hasta los $1.500 pesos argentinos (aproximadamente unos 791.400 pesos colombianos).

Las nuevas Geishas

La devastadora crisis económica por la que actualmente atraviesa Japón parece estar cambiando la mentalidad y las estrictas costumbres sociales en la milenaria tierra del sol naciente. Así lo dio a conocer este miércoles The New York Times en un artículo que hace referencia a la vida de las mujeres que trabajan en varios clubes nocturnos en Tokio y Osaka. Ante la crisis económica y viendo las alarmantes tasas de desempleo, las mujeres “decentes” que tanto criticaban a las anfitrionas de los bares nocturnos están empezando a contemplar la posibilidad de trabajar en estos lugares non sanctos.

Mientras una mujer profesional puede recaudar con el fruto de su trabajo unos 85.000 dólares cada año, las anfitrionas japonesas ganan entre 100.000 y 300.000 dólares anualmente por un trabajo de medio tiempo. Debido a lo anterior, se estima que el 70 por ciento de las mujeres entre los 20 y los 24 años ejercen como anfitrionas en los bares más exclusivos del Japón, convirtiéndose así en las Geishas del siglo XXI.