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| Foto: EFE

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Nerviosismo mantiene en tensión las bolsas del mundo

En Estados Unidos se dio una ‘corrección’ del mercado de valores, cuyo acelerado crecimiento de las últimas semanas había sorprendido. Pero golpeó de paso a las del resto del mundo.

9 de febrero de 2018

La preocupación por un aumento en la inflación en Estados Unidos, luego de que se confirmaran mejoras en las tasas de empleo y en general del comportamiento de su economía, se convirtió en el gran verdugo para las bolsas de valores en la semana que concluye.

Con un verdadero carrusel que crispó los nervios de los inversionistas el lunes y jueves, su efecto contagio se sintió en las bolsas del mundo. A comienzos de semana arrancó con una caída de los tres principales índices de las bolsas de valores: Dow Jones, Standard & Poors Nasdaq, a mediados de semana hubo una cierta recuperación pero el jueves la sorpresa fue otra con una nueva caída de 1.000 puntos. Al final hubo una leve recuperación.

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La jornada del viernes fue de infarto por la gran volatilidad. El índice Dow Jones arrancó con un alza cercana a los 300 puntos en las primeras horas de operaciones, sin embargo, hacia el mediodía volvió a desplomarse pero en la tarde se corrigió la tendencia y al cierre de la jornada se ubicó en 24.194,75 puntos, por encima del registro alcanzado el jueves tras una caída de más de 1.000 puntos, cuando terminó en 23.992,67. Con esto, la caída de la semana alcanzó 5,2 por ciento.

Después de un 2017 excepcional y un mes de enero con fuertes ganancias, los mercados globales completaron casi dos semanas de espasmos por los temores de que la recuperación de la economía mundial y el aumento de los precios conduzcan a un alza de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal, superior a lo previsto.

Un factor clave de este movimiento bursátil ha sido el informe sobre empleo publicado el viernes 2 de febrero en Estados Unidos, que mostró un alza de los salarios y desató fuertes especulaciones de que la FED subirá los tipos de interés mucho antes de lo esperado para este año.

Por otra parte, el viernes las bolsas europeas terminaron su jornada de nuevo con pérdidas, manteniendo la tendencia a la baja que tuvo el mercado de valores de Wall Street ante el temor por la perspectiva de un cambio en el entorno monetario.

Las grandes plazas europeas abrieron la sesión con caídas moderadas, que después se acentuaron radicalmente al abrir los mercados americanos. Así, Fráncfort cayó 1,25 por ciento, París 1,41 por ciento, Londres 1,09 por ciento y Madrid 1,20 por ciento.

En Asia, Tokio, Hong Kong y Shanghái fueron los mercados más golpeados, mientras los inversores intentaban refugiarse en valores como el oro y el yen.

El índice Nikkei 225 de la Bolsa de Tokio perdió 2,32 por ciento al cierre, al término de una de sus peores semanas en dos años, mientras que la Bolsa de Hong Kong cayó más de 3 por ciento, encaminándose a perder las ganancias obtenidas en 2018. Shanghái se derrumbó por su parte 4,1 por ciento cayendo a un mínimo en nueve meses.

La tendencia siguió la estela de las pérdidas en Wall Street del jueves, cuando el Dow Jones cayó 4,15 por ciento en medio de la inquietud de los inversores que miran cómo aumenta el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años.

“Justo en el momento en que pensábamos que podríamos regresar con total seguridad a los mercados, estos están de nuevo a la defensiva”, comentó David de Garis, director del National Australia Bank.

No obstante, muchos analistas se muestran optimistas por los parámetros positivos de la economía tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo y por las perspectivas positivas para los beneficios de las empresas después del gigantesco recorte fiscal impulsado por el presidente estadounidense, Donald Trump, en diciembre.

Algunos analistas lo ven como una corrección, después de haber alcanzado el Dow Jones un pico histórico el 26 de enero, cuando logró un registro histórico de 26.616,71 puntos. “Era inevitable una corrección ante la sobrevaloración de la Bolsa estadounidense. Todos los indicadores utilizados habitualmente [...] subrayan que los niveles actuales estaban cerca de los del 2000", consideró Christopher Dembik, responsable de investigación económica en Saxo Banque.

Con información de AFP