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Juan Carlos Tavera es el principal accionista de la firma Rédito. Los afectados esperan que les responda por los dineros que invirtieron en su negocio de ‘factoring’. Las superintendencias Financiera y de Sociedades se ocuparon de este caso.

CAPTACIÓN

Rédito, el nuevo escándalo financiero

La firma de ‘factoring’ creada por un exdirectivo de Proyectar Valores y una excorredora de InterBolsa, protagoniza otra falsa ilusión. Esta vez no engañaron con libranzas, sino con facturas.

12 de noviembre de 2016

Mientras algunas empresas hacían fiestas con las libranzas y dejaban un reguero de afectados, una firma de Medellín llamada Rédito hacía lo propio, pero con facturas. Con la promesa de pagar atractivos rendimientos, dejó con los bolsillos vacíos a cerca de 100 inversionistas que le confiaron más de 10.000 millones de pesos.

La sociedad, nacida en Medellín hace 14 años, se dedicaba al factoring –compra y venta de facturas con descuento–, pero según descubrió la Superintendencia de Sociedades, tras quejas que le llegaron, estaba era captando ilegalmente dinero del público.

Rédito ofrecía a sus clientes facturas que debían pagar reconocidas empresas como Alpina, Contegral, Almacenes Éxito y Coninsa Ramón H., lo que generaba gran confianza. Las personas que invertían en esos papeles obtenían un atractivo rendimiento de alrededor del 13 por ciento anual en un plazo que podía ser de 90 días.

Durante varios años, Rédito cumplió sus compromisos. Pagaba cumplidamente los intereses prometidos y cuando se vencían las facturas devolvía el capital. Algunos clientes le dijeron a SEMANA que, incluso, en ocasiones reinvirtieron el dinero en nuevas facturas. Sin embargo, este año las cosas cambiaron. Comenzaron los retrasos, y cuando los interesados fueron a pedir su plata se llevaron una gran sorpresa. No había ni dinero, ni factura que respaldara la operación.

Según las quejas que constan en la Supersociedades, ante el incumplimiento reiterado de las obligaciones los clientes averiguaron en Rédito y les dijeron que no todo se había empleado para comprar facturas. Al investigar el caso con los originadores y pagadores de estas, la superintendencia encontró que efectivamente las mismas no existían.

Los clientes también lo confirman. Como relata uno de ellos, una vez entregaban el dinero recibían un documento llamado ‘confirmación de operación’. “Lo que nos daban era una especie de recibo de caja, ese era el soporte, pero como siempre cumplían yo no desconfié”, relató a esta revista una víctima que hoy reclama 30 millones de pesos.

El destino de los recursos recibidos se desconoce. La superintendencia no pudo establecerlo, ya que le impidieron el acceso a la contabilidad y no pudo verificar la real situación de la empresa. Ante la gravedad de los hechos, la entidad remitió el caso a la Fiscalía dado que la captación es un delito. Un grupo de inversionistas, representados por el abogado José Luis Giraldo, interpuso la denuncia ante las superintendencias Financiera y de Sociedades. En este delito están comprometidos los accionistas de Rédito, los miembros de la junta directiva y el representante legal, así como los revisores fiscales.

Ahora bien, este caso tiene dos particularidades que llaman la atención. Una, que algunos de los afectados también lo son de Estraval, la firma de libranzas hoy intervenida por captación. Varios clientes llegaron a Rédito de la mano de un agente comercial de Estraval, quien ofrecía dentro de su portafolio de inversiones, ambas alternativas.

La otra particularidad es que involucra a personajes relacionados con los últimos grandes escándalos del mercado de valores en Colombia.

En efecto, Rédito fue creada en 2002 por Juan Carlos Tavera Álvarez, un exdirectivo de Proyectar Valores, firma que fue sancionada por la Superintendencia Financiera y terminó intervenida y liquidada por malos manejos en 2011. Cabe recordar que Proyectar nació por iniciativa de los inversionistas Carlos Adolfo Mejía (conocido como Talo Mejía) y Juan Carlos Ortiz, una de las cabezas de InterBolsa, hoy en la cárcel por la debacle del Fondo Premium. Entre los accionistas de Rédito también figura María Clemencia Restrepo, exesposa de Tavera y quien, durante varios años, fue corredora de posición propia de InterBolsa en Medellín. Ambos hacían parte de un grupo de trabajo cercano a Ortiz y a Mejía.

Fuentes del mercado señalaron que Tavera combinaba su negocio de factoring con su trabajo en firmas de bolsa. Hasta 2015 fue operador de renta fija en Global Securities. Conocido por su afición al póquer y por ser un habilidoso jugador del mercado, principalmente en operaciones de posición propia, muchos creen que Tavera hace parte de una generación de corredores bursátiles que sobrepuso sus propios intereses a los de los inversionistas, un comportamiento reprochable que todavía el país está en mora de castigar.