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Rafael Pardo como ministro de Trabajo y Luis Ernesto Gómez, director de la Unidad del Servicio Público de Empleo son los impulsores de esta red que cuesta aproximadamente 140.000 millones de pesos al año. | Foto: Juan Carlos Sierra

EMPLEO

Los retos del Servicio Público de Empleo

El primero de mayo, día del Trabajo, cumple un año el Servicio Público de Empleo que conecta a los desempleados con las vacantes.

26 de abril de 2014

El desempleo es una de las grandes preocupaciones de los colombianos. El tema laboral encabeza las prioridades de los electores en todas las encuestas que se realizan, a propósito de la actual campaña presidencial. En el pasado ha sido igualmente importante.

Aunque en los últimos cuatro años, la tasa de desocupación ha venido bajando mes tras mes, en febrero, según el Dane, se situó en 10,7 por ciento, una de las más altas de la región, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La población desempleada a nivel nacional asciende a 2.465.000.

Lo ideal sería reducir a un mayor ritmo el índice de desempleo, pero hay que reconocer que no ha sido tan sencillo, pues la solución pasa por muchos frentes, desde lo macroeconómico hasta lo micro. El crecimiento de la economía es uno de ellos, pero la buena noticia para Colombia es que el PIB viene aumentando a tasas del 4,6 por ciento, en promedio, en los últimos cuatro años, por encima de muchos países de la región. Otro factor que ha comenzado a ayudar al mercado laboral, es la reducción de los impuestos a la nómina, aprobada en la reforma tributaria de 2012. Esto ha estimulado la contratación de mano de obra formal.

Hay otro asunto que los expertos internacionales consideran esencial para lograr mayores avances en el mercado laboral y tiene que ver con los sistemas de información que permitan cruzar la demanda y la oferta de trabajo. Es decir, diseñar mecanismos que permitan conectar eficientemente a quienes buscan empleo con las vacantes. De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), como consecuencia de la crisis económica mundial que elevó las tasas de desempleo en la mayoría de economías avanzadas, muchos países están invirtiendo cuantiosos recursos en los servicios de empleo y colocación.

Pues bien, en este punto Colombia ha dado un paso muy importante con la creación del Servicio Público de Empleo (SPE) que el próximo primero de mayo cumplirá un año. El sistema hace parte del Mecanismo de Protección al Cesante creado por la Ley 1636 del año pasado que determinó que en Colombia la intermediación laboral es un servicio público.

En la práctica, el SPE hace posible que se encuentren las personas que están buscando trabajo (ya sea porque son desempleadas o porque quieren cambiar) con las vacantes que ofrecen las empresas públicas y privadas en todo el país. Por ley, todas las agencias o bolsas de empleo privadas que operan en Colombia tienen que compartir con el SPE sus bases de datos relacionadas con las ofertas laborales que tienen. En cuanto a las hojas de vida, para garantizar la privacidad estipulada en la Ley de Habeas Data, se creó un mecanismo electrónico que permite que una persona inscrita en una determinada agencia, pueda conectarse con la oferta de empleo.

Esto quiere decir que si alguien se inscribe en Barranquilla en la agencia de empleo de la Alcaldía, su hoja de vida estará disponible en cualquier parte del país, para que el Sena, las otras alcaldías o las cajas de compensación familiar le consigan un puesto de trabajo.

A lo largo de su primer año, este gran buscador de empleo ha registrado casi un millón de hojas de vidas; inscrito 21.500 empleadores (en su mayoría pequeñas empresas), gestionado 228.000 vacantes y se han colocado aproximadamente 130.000 personas. Cuenta ya con 95 operadores laborales autorizados, esto es desde agencias privadas, cajas de compensación, universidades, Sena, hasta alcaldías y gobernaciones.

Luis Ernesto Gómez, director general de la Unidad del Servicio Público de Empleo, afirma que Colombia pasó de un modelo basado en la intermediación laboral puro, a uno integral de gestión y colocación de empleo que ofrece múltiples servicios a los empresarios o empleadores como definición de perfiles de acuerdo con el empleo ofertado, aplicación de pruebas psicotécnicas, visitas domiciliarias, análisis de seguridad, selección de personal. El servicio es gratuito, lo cual es especialmente útil para las pymes y microempresas.

Según Gómez, este modelo permitirá también atender grandes proyectos como fue el caso de Reficar, que jalonó casi 15.000 personas de todo el país a Cartagena, a quienes prontamente se les termina el contrato. “El servicio nos permitirá reubicarlos con oportunidades en otros lugares”. 

Aunque este modelo opera a través de una plataforma electrónica, es decir que todas las operaciones se pueden realizar por internet (www.redempleo.gov.co) también cuenta con centros físicos de atención. Durante el primer año se han puesto en operación 208. Estas son oficinas de empleo del Sena o de las cajas de compensación, principalmente, que se transformaron en puntos del SPE. La cobertura se extiende a 70 municipios del país, donde vive el 58 por ciento de la población económicamente activa. El servicio tiene actualmente capacidad de atender en promedio 7.000 personas diarias en todo el país, es decir 1.700.000 personas al año.

El próximo primero de mayo se lanzará la Ventanilla de Soluciones para el Trabajo en Cali, Barranquilla, Medellín y Bogotá para que  todas las personas que estén buscando empleo como  jóvenes, desempleados de corto y largo plazo, así como personas con necesidades específicas, que presentan dificultad para ingresar al mercado laboral, se les brinde una serie de programas y servicios como orientación ocupacional, formación complementaria y certificaciones de competencias laborales, que les permitirá ingresar al mercado de trabajo de una manera más efectiva. “La idea de la ventanilla es que se vuelva la puerta de entrada única a toda la oferta pública nacional y local asociada al empleo y el emprendimiento que hoy se encuentra dispersa”, dice Gómez.

Fuentes vinculadas con agencias de empleo privadas, consultadas por esta revista, destacaron los beneficios del Servicio Público de Empleo, pues consideran que ayudará a divulgar más ampliamente las ofertas de empleo, lo que permite buscar los perfiles más adecuados para las empresas. Un ejemplo reciente ilustra esta situación. En la zona del Oriente Antioqueño se necesitaron cerca de 100 técnicos en aeronáutica que hubo que buscar por todo el país, pues evidentemente fue imposible llenar la oferta con personal de la zona.

Un sistema integral de empleo como el planteado con el SPE puede ayudar bastante en la actual coyuntura en la que la desocupación profesional está creciendo a gran velocidad. Hugo López, gerente seccional en Medellín del Banco de la República y experto en materia laboral, señala que el desempleo relacionado con las personas con educación superior está creciendo a tasas del 14 por ciento. Entre tanto, el de menos educación crece a menor ritmo.

Hacia futuro el SPE permitirá obtener información valiosa para el mercado laboral. Entre otros, será fuente para la tasa de desempleo; para conocer cuáles son los perfiles de los trabajadores que demandan la industria moderna; para definir los profesionales que las universidades deben formar y no crear espejismos entre los jóvenes y para entender por qué la rotación del mercado laboral es tan alta. Según Hugo López, la mitad de los trabajadores asalariados en las 13 principales ciudades tiene menos de un año en el puesto de trabajo. Es decir, la movilidad del mercado laboral es muy alta.

En síntesis si todo sale bien, el Servicio Público de Empleo, que ya fue exaltado por varios organismos en la Unión Europea, podría hacer que Colombia dé un paso muy importante en materia laboral y se comiencen a romper los cuellos de botellas que impiden que la tasa de desempleo baje más rápidamente, como todos desean.