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PENSIONES

Una decisión crucial

Los nueve millones de afiliados a los fondos privados de pensiones podrán decidir cómo quieren que se inviertan sus ahorros mientras llega la hora de la jubilación. No se duerma.

22 de enero de 2011

El cambio más trascendental que se ha hecho al régimen de inversiones de los fondos privados de pensiones obligatorias en Colombia entrará en pleno funcionamiento este año. A partir de marzo, cada AFP constituirá tres tipos de fondos, cada uno con una estrategia de inversión diferente que responda al perfil de riesgo del afiliado: conservador, moderado o de mayor riesgo.

A su vez, los afiliados cotizantes (no pensionados) tienen la posibilidad de elegir entre estas tres opciones teniendo en cuenta su edad y el horizonte de su pensión.

Esto es importante porque de la decisión que tomen dependerá cómo se comporta el dinero que están acumulando para cuando llegue el día del retiro. Bien se sabe que mientras más capital se forme durante la vida laboral mayor es la posibilidad de tener una mejor pensión.

La idea es que los afiliados tomen la decisión antes del 28 de febrero, fecha a partir de la cual las AFP conformarán los tres fondos. Sin embargo, si el afiliado no selecciona en ese término, podrá hacerlo en cualquier momento de su vida laboral.

La ley previó que si el afiliado no notifica su preferencia, las administradoras llevarán los ahorros al fondo conservador, mientras el trabajador toma su propia decisión.

Cuando al afiliado le falten cinco años para cumplir la edad mínima de pensión (55 años las mujeres y 60 los hombres, que se incrementará a 57 años las mujeres y 62 los hombres a partir del año 2014), sus recursos se irán trasladando al fondo conservador, independientemente de cuál sea su voluntad.

La Superintendencia Financiera les exigió a los fondos de pensiones que asesoren muy bien a sus afiliados para que tomen la decisión más acertada. Para el efecto se diseñó una encuesta guía que le ayudará a conocer cuál es su perfil como inversionista y su tolerancia al riesgo.

Según los expertos, con los recursos de las personas más jóvenes se pueden hacer inversiones de mayor riesgo pero que en el más largo plazo dan una mayor rentabilidad. Entre tanto, con los recursos de las personas cercanas a pensionarse y con propensión al riesgo, es preferible realizar inversiones menos volátiles y que, por ende, se espera sean menos rentables en el largo plazo.

El afiliado puede ubicarse en qué etapa de su vida profesional está, cuál es su edad y cuál es su tolerancia al riesgo para decidir dónde poner su dinero. Estas son las claves que recomiendan los expertos.

El fondo conservador

Está dirigido a personas con baja tolerancia al riesgo. Su prioridad es la preservación del capital acumulado, dado que está dirigido a personas que se encuentran cerca a la edad proyectada para pensionarse y que prefieran obtener un menor rendimiento que preocuparse por una posible pérdida.

Personas a las que les faltan cinco años para recibir su pensión, es decir, están en una edad alrededor de los 50 años, son candidatas óptimas para este tipo de fondos.

El fondo moderado

Como su nombre lo indica, está dirigido a personas de riesgo moderado, que no están cerca a la edad proyectada para pensionarse y están dispuestas a asumir caídas discretas en el capital acumulado como consecuencia del riesgo asumido, con el fin de buscar en el largo plazo una mayor rentabilidad que la de un fondo conservador.

Personas de 40 y 45 años de edad, a las que todavía les faltan 15 años para pensionarse, pueden ser ideales clientes para este tipo de fondo.

El fondo de mayor riesgo

Está dirigido a personas con una alta tolerancia al riesgo, que se encuentran lejos de la edad proyectada para pensionarse y que están dispuestas a asumir fuertes caídas temporales en el capital acumulado como consecuencia del riesgo asumido, con el fin de buscar en el largo plazo una mayor rentabilidad.

Los jóvenes que recién comienzan a cotizar en un fondo y los afiliados menores de 40 años podrían optar por un portafolio como este, que tiene un horizonte de tiempo largo. No hay que preocuparse si las acciones cayeron en un trimestre o los títulos de deuda se desvalorizaron en un año, porque en el largo plazo saben que todo se estabiliza y finalmente se compensarán las pérdidas. Una persona con un horizonte de tiempo amplio para pensionarse debería aprovechar para hacer inversiones que pueden ser más volátiles, pero que generan rentabilidades mejores en el largo plazo.

El consejo más sabio que dan los expertos en la materia es pensar en qué horizonte está su pensión.

Lo bueno es que durante la vida laboral el afiliado puede modificar su decisión siempre y cuando haya transcurrido un plazo de seis meses desde el último cambio.

Queda claro que los afiliados a los fondos privados ya no serán convidados de piedra a la hora de decidir cómo se invierte el dinero que ahorran mensualmente para la jubilación