Agroindusria
Alertan que la violencia en el sur del país opaca el auge exportador del café colombiano
También se conoció que las importaciones del grano aumentaron por el reacomodo arancelario global.
Siga las noticias de SEMANA en Google Discover y manténgase informado
En medio de un momento histórico para las exportaciones de café, que este año llegaron a un máximo de más de 5.500 millones de dólares, los empresarios del sector alertan sobre la creciente inseguridad que enfrentan en el país, en especial en los departamentos de Cauca y Nariño, grandes productores del grano.
Gustavo Gómez, presidente de Asoexport, gremio de los exportadores de café, que realiza su cumbre anual en Cartagena, aseguró que, además de los bloqueos que han afectado a diferentes regiones, las situaciones de inseguridad y los robos a los camiones que transportan la carga han obligado a que esta deba salir de los cultivos hacia los puertos acompañada por caravanas de la Fuerza Pública. “En este momento no hay una movilidad libre. No podemos decir ‘salimos mañana a las ocho de la mañana’ o a la hora que necesitemos despachar el café, sino que nos tenemos que ajustar a los horarios de las caravanas”, explicó.
El café producido en el sur del país sale principalmente por Buenaventura, y el hecho de tener que ir escoltado por las autoridades genera desafíos logísticos y retrasos en la entrega a los clientes finales. Asimismo, complica la garantía de compra para los caficultores, pues si los exportadores no pueden sacar el café a tiempo, empiezan a llenar sus bodegas y llega un momento en el que no pueden comprar más, por falta de espacio para almacenar.
Gómez precisó que, aunque la seguridad ha mejorado tras varias reuniones con las gobernaciones de Cauca y Nariño, la zona sigue siendo compleja. Pues con un precio de libra de café a 4 dólares, lo que implica que la carga vale casi 3 millones de pesos, cada mula transporta más de 2.000 millones de pesos. “Si hay robos o retrasos, ese dinero no va a estar disponible para seguir comprando”, reiteró.

El dirigente gremial agregó que las dificultades de seguridad encarecen el transporte, pues reducen el interés de las empresas transportadoras en mover café y el de las aseguradoras para blindar o proteger esa carga.
Llega más café de Vietnam
Durante la Cumbre Cafetera de Asoexport también se abordó el tema del ingreso de café extranjero al país, fenómeno que fue atribuido al reacomodo arancelario global generado por las nuevas políticas comerciales de Estados Unidos. Debido a que Brasil enfrenta actualmente un arancel del 50 % para exportar al mercado estadounidense y a que el precio internacional se mantiene alrededor de 4 dólares por libra, gran parte del café colombiano está siendo destinado a la exportación, mientras que en el mercado interno se está comprando café brasileño del que no logra entrar a EE. UU.
No obstante, Gómez indicó que desde su gremio no tienen estadísticas que demuestren que las importaciones hayan crecido más de lo habitual. Admite que en lo que ha ingresado hay algo de los flujos de café brasilero que no pueden entrar a Estados Unidos y que, dados los altos precios actuales, los productores nacionales prefieren exportar que vender localmente, pues la industria nacional no paga en los mismos niveles y, para compensar lo que le falta, trae del exterior. “Una de las opciones es Vietnam, origen que antes no se tenía y por eso, en ese caso, se ven crecimientos muy altos, pero en el total el volumen de sacos vietnamitas no es algo significativo”, reiteró el presidente de Asoexport.
A lo anterior se suma que, para producir cafés instantáneos y liofilizados, se requiere un grano mucho más fuerte que el cultivado en el país. “Si esos productos se hacen con café suave colombiano, no dan el sabor que está buscando el consumidor. Por eso, necesitan importar esos cafés que no se producen aquí”, puntualizó Gómez.

