El superagente de ventas

James Bond no solo se considera el espía más taquillero de todos los tiempos sino que se ha constituido en una de las marcas más sólidas del mundo.

1 de diciembre de 2002

James Bond no solo se considera el espía más taquillero de todos los tiempos sino que se ha constituido en una de las marcas más sólidas del mundo. La última prueba de ello es la película Otro día para morir, de la MGM, que se ha convertido en uno de los canales publicitarios más apetecidos por las empresas. Ford, una de las 20 compañías que promueven sus marcas en el filme, pagó 35 millones de dólares para reemplazar a BMW como el proveedor oficial de Bond, que ahora manejará su modelo Aston Martin Vanquish de 228.000 dólares. El dry martini del 007 ahora será preparado con vodka Finlandia, en reemplazo del Smirnoff que bebió por décadas. La cadena de ropa Brioni Roman Style, conocida por diseñar los trajes de Al Pacino durante la filmación de El Padrino, pagó 300.000 dólares por vestir a James Bond en reemplazo de Valentino. El actor Pierce Brosman -Bond por cuarta vez- seguirá llevando un reloj Omega, viajará en primera clase de British Airways y continuará disparando Magnum 44 hechas a su medida.