Economía

Fascismo con estatua

El triunfo del extremismo derechista en Rusia no es sino un síntoma del renacimiento de las ideas de Hitler y Mussolini, consideradas sepultadas hace 50 años.

17 de enero de 1994

El triunfo del extremismo derechista en Rusia no es sino un síntoma del renacimiento de las ideas de Hitler y Mussolini, consideradas sepultadas hace 50 años. Otro episodio preocupante se dio hace unos días en Rumania, donde fue erigida una estatua del general Lon Antonescu, el dictado pro-nazi que gobernó a ese país durante la segunda guerra mundial y que fue el responsable de la masacre de por lo menos 250 mil judíos y 20 mil gitanos. Se trata del primero monumento levantado a la memoria de un criminal de guerra, con el agravante de que la ceremonia fue precedida por altos funcionarios del gobierno de Bucarest. El gesto no es aislado. En Croacia, el presidente Franjo Tudjman está cambiano los nombres de las calles por el de miembros connotados de los regímenes fascistas.