José Miguel Santamaría Uribe

Opinión

Lechona a la mexicana

Como ven, estamos en el gobierno de la realidad mágica.

José Miguel Santamaría
12 de septiembre de 2025

Independientemente del error de Petro cuando desde Japón dijo que se habían vendido diez millones de toneladas de lechona, cifra absolutamente escandalosa e imposible, la verdad es que situaciones como esta nos ayuda a descifrar el discurso de un gobierno que poco ha hecho y logrado, pero que locuazmente magnifica hechos y hazañas para mostrar algo de resultados.

En las elecciones del 2026, tenemos que estar muy preparados a desmentir todos estos logros con los cuales pretenderán reelegirse. Desafortunadamente, son buenos para hablar y para torcer la realidad. Ahora pretenden revivir la convocatoria a una asamblea constituyente como única alternativa para poder hacer las reformas sociales que el régimen no los deja hacer, cuando la realidad es que en la debacle ha primado más su incompetencia que los mismos pesos y contrapesos de la democracia.

El ejemplo de la lechona es claro. Magnifican la venta sin ningún pudor pero, además, después sabemos que los marranos eran mexicanos y la lechona elaborada en Japón. Por lo tanto, nada de lo logrado generó ni ingresos a Colombia ni nada, otra falacia. Pero Petro llegó hasta pensar en competirle a McDonald’s con la lechona en el difícil mercado de las comidas rápidas.

Uno de los supuestos logros más relevantes que habla el gobierno es la disminución del desempleo, que en los números del Dane ha estado por debajo del 9 %, dato que ciertamente es bueno. El problema es que cuando escudriñamos las razones de la cifra nos pasa algo parecido que con la lechona. Primero que toda la creación de nuevos empleos de calidad y formales en la economía son muy pocos, en cambio, ha aumentado muchísimo la nómina oficial. La mayoría de las personas ha terminado en la informalidad. Acordémonos de que somos uno de los países con mayor informalidad, sin ahorro a pensión, sin pago de seguridad social. Además, nos cuentan que desde el 2022 han salido del país más de tres millones de personas a buscar oportunidades; este dato impacta en gran manera la cifra final de desempleo.

Otro de los temas sobre los que se le llena la boca al Gobierno ha sido la disminución de la inflación que —dice Petro— recibió en el 13 % y ahora está por los lados del 5 %. Las cifras son ciertas, pero no es el Gobierno el artífice de esta disminución. Recordemos que es función del Banco de la República el control y manejo de la inflación. Ellos (los integrantes de su junta directiva) son los que han logrado esta disminución, que —tengo que decirlo— a pesar de medidas que el Gobierno ha tomado y que han impedido una baja mayor. Como, por ejemplo, el aumento sin criterios claros del salario mínimo estos años —el presidente Duque empezó a dar el mal ejemplo— tiene hoy trancada la posibilidad de que la inflación llegue a los niveles a donde debe estar. La meta es el 3 %. Hace siete años que no se cumple (en 2018 llegó a estar en 3,18 %).

Por último, tengo que hablar de la reforma pensional, que, casi seguro, se va a caer por serios problemas de trámite en el Congreso. Petro habla de haber logrado darle pensión a los adultos mayores con esta reforma cuando la realidad es que eso no es una pensión, es un subsidio que pudo haber hecho sin reforma que utilizó para confiscar el ahorro pensional de los que sí cotizan y acabar con un modelo pensional que, si bien no era perfecto, funcionaba.

Como ven, estamos en el gobierno de la realidad mágica, donde nada de lo que se dice termina siendo realidad sino un truco.

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