El último discurso de Pablo Navas como rector de Los Andes fue para los Pilos

Las ceremonias de grado de esta semana en la Universidad de los Andes tienen una emoción particular. Por primera vez, 80 ‘pilos’ se gradúan de la institución, una de las que más beneficiarios tuvo del programa estrella en educación del expresidente Juan Manuel Santos, Ser Pilo Paga.

Por otro lado, en la ceremonia de este jueves, por última vez, Pablo Navas pronunció el discurso de grado como rector de la universidad, ya que en julio termina su ciclo al frente de la institución, y ya anunció su voluntad de no someter a consideración su nombre para un nuevo periodo.

Como era de esperarse, el rector, que defendió siempre el programa Ser Pilo Paga, aprovechó la oportunidad para referirse a sus bondades:

“Por un lado, serán las últimas ceremonias que presida como rector de la universidad, y por el otro, estamos graduando a los primeros estudiantes del programa Ser Pilo Paga, que todos los estamentos de la universidad acogieron con la mayor seriedad y compromiso, esfuerzo y cariño, audacia e ilusión y que considero ha propiciado, en compañía del programa Quiero Estudiar, su predecesor, uno de los cambios más significativos en la historia de la Universidad de los Andes.

El programa le brindó a la universidad la oportunidad de repensar su quehacer en muchos frentes, en las formas de enseñar, investigar y evaluar. En la recuperación del ejercicio de la consejería por parte de los profesores, tan presente desde la fundación de esta institución, pero que se había desdibujado con el paso de los años.

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Pero más importante que todo eso, fue ver a una universidad unida por un propósito común: volverla más incluyente, tal como reza su misión.

Esta institución se ha distinguido a través de sus 70 años de historia, por premiar el mérito de sus integrantes, sean estudiantes, profesores o directivos. Fue la obsesión de nuestros fundadores, y ha sido el mayor empeño de quienes hemos tenido el honor de dirigirla.

[...]

De esos primeros 100 colegios en las Pruebas Saber, el 70% se encuentran en Cali, Bogotá, Medellín y Barranquilla, y el 90% de los niños inscritos en esos colegios pertenecen al 2% de familias con mayor ingreso del país. Pilo Paga nos ofrecía, como lo había hecho Quiero Estudiar en menor escala, la valiosa oportunidad de que esta absurda segregación no se prolongara a la educación superior.

Nos permitía que hubiera una competencia en franca lid, codo a codo, entre aquellos jóvenes talentosos que nunca habían imaginado siquiera acceder a una educación superior de calidad y los magníficos estudiantes que tradicionalmente aplicaban a la universidad de los Andes.

Lo que entonces era solo una audaz apuesta, hoy está empezando a ser una linda realidad. En las ceremonias de hoy y mañana veremos a 80 jóvenes que serán uniandinos para siempre, gracias al programa Ser Pilo Paga con resultados admirables.

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La deserción en la carrera fue similar al del resto de la universidad, el porcentaje de los que terminaron a tiempo fue el doble y, de los ocho estudiantes que reciben el grado cum laude, uno fue Ser Pilo Paga y otro Quiero Estudiar.

De modo que estos dos programas dejarán una huella imborrable y un mensaje contundente para la universidad y para el país”.

Por otro lado, el rector aprovechó la oportunidad para hacerles tres peticiones a los futuros profesionales:

“La primera es que se comprometan con el cómo más que con el qué. Con seguridad muchos de ustedes no sabrán que van a hacer con sus vidas y muy probablemente muchos de ustedes terminarán como yo, ejerciendo funciones que nunca se imaginaron.

Pero a lo que sí pueden comprometerse hoy, y con esto le harían un gran servicio al país y un gran homenaje a esta universidad y a sus familiares, es a cómo lo van a hacer.

Independientemente de qué camino decidan tomar, será fundamental el cómo lo hagan, cómo desarrollarán su ejercicio profesional, cómo afrontarán los dilemas morales y éticos que encontrarán a diario, cómo entenderán sus responsabilidades ciudadanas, como involucrarán acciones solidarias a su trajinar individual, cómo balancearán sus legítimos intereses con las obligaciones comunitarias.

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La segunda y tercera solicitud son que consideren el servicio público y la docencia como alternativa dentro de su futuro. Ninguna de las dos ha recibido la atención que merece, y yo creo que ustedes, ciudadanos y profesionales que ya son, deberian ponerlas en un lugar prominente en su proyecto de vida.

[...]

Qué bello es educar. Qué privilegio es encontrar la oportunidad de penetrar en el maravilloso mundo del saber y ayudar a las personas a llegar a ser lo que son capaces. Que importante aprender a ver más allá de nosotros mismos, aprender  a disfrutar el servir, y darnos cuenta de cómo gente de otras razas, procedencias o religiones comparten nuestros mismos sueños, angustias y esperanzas.

Cuál necesario es adquirir conciencia de las ambiciones humanas y entender esos elementos comunes que conforman los esfuerzos personales del hombre en el adiestramiento de su propia felicidad. Cuál valioso contribuir al desarrollo de los dones individuales de cada ser humano y qué loable es, no solo enseñar lo que la persona no sabía, sino ayudar a que se convierta en alguien que no existía.

Qué satisfactorio es saber que se contribuyó en el ensanchamiento de la mente, del corazón y del alma

Anímense. Difícil una actividad más bella y más significativa. Créanme”.

El rector también le dio la bienvenida a Juan Manuel Santos, quien participó en la ceremonia y pronunció un emotivo discurso (véalo aquí). Coincidencialmente, la primera ceremonia de grado que presidió Navas en 2011 también contó con la participación del expresidente.

Vea el discurso completo de Pablo Navas: