¿Por qué no podemos celebrar el Día Internacional de la Alfabetización?

La cifra de alfabetismo en el país puede resultar alentadora: el 94,7 por ciento de los colombianos mayores de 15 años saben leer y escribir. Sin embargo, cuando la comparación es mundial sale a flote el rezago que aún existe en este tema.

Colombia ocupó el puesto 108 entre los 210 países a los que se les midió la tasa de analfabetismo en el Índice de Desarrollo Humano. En la región estamos detrás de países como Bolivia, Venezuela, Panamá, México, Uruguay, Chile, Argentina y Cuba, que fue la única nación que logró el 100 por ciento de analfabetismo. En pocas palabras, todavía existe una deuda.

Sobre todo, en las zonas rurales. De acuerdo al último informe de la Unesco sobre los Objetivos del Milenio, que debieron alcanzarse este año, en el campo se pueden encontrar el doble de personas analfabetas que en las áreas rurales.

Además, el organismo registró en abril pasado que de todos los departamentos del país solo ocho están alcanzando la meta de reducir al uno por ciento la tasa de quienes no saben leer ni escribir. Esto significa uno de cada cuatro. “El futuro empieza con el alfabeto”, sostuvo Irina Bokova, directora General de la Unesco.  En Colombia todavía el 5,3 por ciento de la población carece de competencias en lectoescritura.

A propósito de la celebración del Día Internacional de la Alfabetización, que se llevó a cabo hoy, el Ministerio de Educación destacó la labor que vienen desarrollando Tunja, Cali, Ibagué y Villavicencio. Territorios que declaró libres de analfabetismo, porque tienen una tasa de personas que no saben leer ni escribir inferior al 3,8 por ciento.

Según, esta cartera esa “es la cifra establecida por la Unesco para asegurar que un territorio ha superado esta condición”. En este momento, ya son 17 los municipios colombianos que superan el 96,2 por ciento de alfabetización. La meta del ministerio es que para 2018 se puedan alfabetizar 676.000 personas.

La responsabilidad de alfabetizar a la población que aún falta también termina siendo un compromiso con el posconflicto. De acuerdo con Joshua Mitrotti, director de la Agencia Colombiana para la Reintegración, el 75 por ciento de los reinsertados llega como analfabeto. Así que es un logro que en el proceso de reinserción alcancen un promedio de educación de 6,5 años.

Por eso, una de las conclusiones del panel sobre ‘educación para todos’, que se realizó en la Cumbre Líderes por la Educación 2015, fue que cualquier proceso de inclusión y de reintegración necesita trabajar por la dignidad de las personas.

“Las nuevas tecnologías, comprendidos los teléfonos móviles, también ofrecen nuevas oportunidades para alfabetizar a todos. Debemos invertir más y exhortar a todos los Estados Miembros y a nuestros asociados a fin de redoblar  esfuerzos –políticos y financieros- para velar por que la alfabetización sea reconocida plenamente como uno de los aceleradores más poderosos del desarrollo sostenible”, insistió Irina Bokova.