MUNDO

Naciones Unidas denuncia falta de garantías educativas para los indígenas

El organismo aprovechó la celebración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas para hacer un llamado sobre la necesidad de garantizar el derecho a la educación de estos pueblos.

9 de agosto de 2016

El Día Internacional de los Pueblos Indígenas se celebra cada 9 de agosto desde 1994 para recordarle al mundo que lo derechos de estas minorías deben ser respetados. También que todavía falta un largo camino para lograrlo.

Coincidiendo con su conmemoración, Naciones Unidas ha querido insistir en la necesidad de que estos pueblos nativos accedan a la educación con todas las garantías que les brinda la legislación internacional y la Carta de Derechos Humanos. Un mandato que los países adheridos a esta organización están obligados a cumplir.

Según cifras del Banco Mundial, en el mundo hay 370 millones de indígenas, que equivale al 4,5 % de la población. También representan el 15 % de los habitantes con menor renta del planeta y solo el 11 % de ellos son propietarios legales de las tierras.

En Colombia la población indígena o amerindia asciende a 1.378.884 de acuerdo al Dane. Son el 2,4 % de todos los colombianos que habitan en el territorio.

El derecho de los pueblos indígenas a la educación está protegido por la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. El artículo 14 recoge que son ellos los responsables de “establecer y controlar sus sistemas e instituciones docentes que impartan educación en sus propios idiomas, en consonancia con sus métodos culturales de enseñanza y aprendizaje”.

Una disposición que también incluye la Carta Magna colombiana en el artículo 10. En este se expone que si  bien el castellano es el idioma oficial del país, las lenguas y dialectos de los grupos étnicos también lo son en sus respectivos territorios de influencia. En otras palabras, deben recibir una formación bilingüe.

Le puede interesar: ‘Los wayúu, la sociedad museo de Colombia‘. 

Sin embargo, el abandono estatal que caracteriza las zonas del territorio habitadas por los indígenas provoca que la lengua dominante siga siendo el castellano y la cultura hegemónica que se enseña, la occidental. “No existe un proceso educativo pertinente de acuerdo a las necesidades lingüísticas y de contexto de estos pueblos”, comentaron a Semana Educación responsables de la Fundación para el Desarrollo Social Transformemos, que desarrolla desde hace unos años un programa de inclusión educativa en la Guainía.

Para Naciones Unidas, en la educación se refleja de “los abusos, la discriminación y la marginación que tradicionalmente han sufrido los pueblos indígenas”, pero añade que es también el “ámbito especial” desde el que se puede reivindicar la lucha por la igualdad y el respeto de sus derechos.

Estos son algunos datos que destapan la precariedad educativa de los indígenas en Colombia:

Sólo el 75% de la población wayúu en Colombia habla wayuunaiki; el resto lo desconoce. En cuanto a los niños, sólo el 30 % conoce esta lengua. El Ministerio de Cultura cifra en 89.175 los adultos que hablan esta lengua, frente a los 73.825 bilingües que lo emplean junto el castellano.

De acuerdo al Dane, de los 38.259 indígenas embera katío que hay censados, 25.692 habla la lengua de su pueblo (67,2%), pero 15.980 no saben leer ni escribir en castellano (41,8%).  En el caso de los 29.094 chamí que reconoce el Estado, las cifras son de 11.923 (41,0%) y 7.447 (25,6%), respectivamente. Finalmente, de los 3.850 eperara siapidara censados, 3.352 habla la lengua nativa (87%), pero 1.717 (44,4%) ni leen ni escriben en castellano.

El Ministerio de Cultura reveló que el uso de la lengua nativa Inga se ha relegado tanto que la transmisión intergeneracional es mínima, especialmente en las zonas urbanas. De acuerdo al documento, los colegios oficiales no tienen materiales adaptados para fortalecer su recuperación. 

La protección a la primera infancia será uno de los debates que se discutan en la Cumbre Líderes por la Educación, el mayor evento del sector educativo en Colombia.