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EDUCACIÓN

Procrastinar, el problema más grave en la educación y cómo vencerlo

Muchas personas se propusieron hacer cambios fundamentales en 2017 que, a estas alturas, ya pospusieron para 2018. La procrastinación retrasa, además, el aprendizaje.

Alianza BBC
26 de enero de 2017

¿Por qué muchas personan aplazan lo que deben -y hasta quieren- hacer? ¿Por qué la procrastinación es un problema tan común y uno que, según expertos, afecta particularmente a los estudiantes y académicos?

No sólo común, sino muy serio, según el psicólogo Tim Pychlyl de la Universidad de Carleton en Canadá, quien es parte de un grupo de investigación sobre la procrastinación, asegura que "en la actualidad es el problema más grave en la educación".

El grupo de expertos ha estado enfocado en estudiar esta acción volitiva durante 20 años, con datos de todo el mundo, para "tratar de entender por qué a veces nos convertimos en nuestro peor enemigo con retrasos innecesarios y voluntarios" de nuestras tareas.

Mañana lo hago

En una charla por Youtube que recientemente superó 170.000 visitas, en la que Pychlyl imparte consejos a estudiantes sobre cómo dejar de procrastinar, señala que dejar algo para después afecta las calificaciones, la salud mental y física y aumenta el índice de abandono escolar.

Los profesores sufren del mismo mal, como atestigua la cantidad de entradas en Twitter hablando de la batalla entre calificar exámenes y ver series de televisión, y sobre lo que se conoce como la "culpa del escritor": la sensación de que eres egoísta, idealista e irresponsable por ponerte a escribir cuando podrías estar haciendo algo más rentable y práctico con tu tiempo.

Y con más gente estudiando online, el problema es más grande que antes.

Ahora, con sólo un clic, puedes reemplazar el ensayo que estás escribiendo con un video de un gato estornudando o el álbum de fotos de tu exnovia y su nueva pareja en vacaciones.

Para Pychyl, procrastinación es tomar la decisión de no hacer algo a pesar de que sabes que a largo plazo será peor.

Aclara que no es lo mismo que atrasar intencionalmente algo, y que no es un asunto de manejo de tiempo, sino una incapacidad de controlar nuestras emociones e impulsos.

"Cuando procrastinamos, estamos tratando de mejorar nuestro estado de ánimo evitando hacer algo que nos parece desagradable", señala.

"Es parecido a emborracharse o comer para consolarse: es una estrategia que nos hace sentir mejor al distraernos con un placer de corto plazo y olvidándonos del problema".

¿Qué se puede hacer?

La procrastinación es más común entre la gente más impulsiva, propensa al perfeccionismo, abrumada por las expectativas que tienen los otros de ella y temerosa del fracaso. Afecta más a los jóvenes, pues las personas solemos controlar mejor nuestras emociones a medida que el cerebro se desarrolla.

Pero hay esperanzas para los jóvenes -y los ya no tan jóvenes- que dejamos todo para mañana.

Basándose en su investigación con la psicóloga Fuschia Sirois de la Universidad de Sheffield, Pychyl asegura que todo el mundo puede reducir la procrastinación siguiendo los pasos a continuación:

1) Practique técnicas de mindfulness y meditación para controlar sus pensamientos negativos

"Usando las técnicas de mindfulness o conciencia plena podemos reconocer que no tenemos ganas de hacer algo sin juzgar ese sentimiento, y luego nos ayuda a acordarnos por qué es importante realizar la tarea y comprometerse a empezarla", explica el psicólogo.

"Después, cuando hemos progresado en la tarea, nos sentimos mejor y eso hace que sea más fácil continuar".

Por ejemplo, sir Anthony Seldon, vicerector de la Universidad de Buckingham, Inglaterra, introdujo sesiones de mindfulness para profesores y estudiantes para combatir la procrastinación.

2) Dividir la tarea en pasos claros y manejables

Una de las razones por las que se aplaza lo que se debe hacer es que las metas que uno se propone a menudo son muy grandes y vagas, lo que las hace intimidantes y desagradables.

Así, en vez de proponerse "ponerme en forma" o "escribir una novela" prométase "ponerme el atuendo de trotar" o "decidir el nombre del personaje principal".

En la Universidad de Warwick, Paul Roberts conduce talleres de mapeo mental para estudiantes y la técnica les enseña a dividir tareas difíciles en los pasos necesarios para completar sus proyectos.

Roberts dice que les ayuda a superar la inercia y por ello dejan de procrastinar.

3) No te castigues por procrastinar

La investigación de Pychyl muestra que los estudiantes que se perdonan por procrastinar tienden a no volverlo a hacer en su próxima tarea. Cuanta más culpa y rabia sienta por privar al mundo de su fabulosa novela este año, menos posibilidad tiene de escribirla en 2018.

4) Apóyese en las buenas costumbres con las que ya cuenta

Pychyl dice que él logró finalmente obedecer las órdenes de su dentista de limpiarse los dientes con seda dental al combinarla con el hábito de cepillarse los dientes.

Se comprometió a poner la seda dental en frente cada vez que se cepillaba los dientes y en poco tiempo empezó a usarla sin siquiera pensarlo.

5) Conéctese con su "yo futuro"

Cuando le mostraron a un grupo de personas sus retratos digitalmente envejecidos, y les pidieron que asignaran dinero para cuando se retiraran, muchos tendieron a dar sumas más altas que antes de que les mostraran las imágenes, pues sentían un lazo más fuerte con sus "yo futuros".

Poner un retrato suyo digitalmente envejecido en su escritorio quizás no sea muy conveniente, pero si tiene que entregar un trabajo a las 9 a.m., imaginarse a usted mismo a las 2 a.m. tratando desesperadamente de terminarlo, podría impulsarle a empezar más temprano.

6) Entienda por qué le importa lo que va a hacer

Pychyl dice que la procrastinación a menudo refleja un problema existencial más profundo de falta de identidad o dirección en la vida.

Procrastinamos cuando la tarea parece aburridora o menos significativa, así que no olvide la razón por la que está haciendo algo y cómo encaja con sus ambiciones. Es tan sencillo como recordar que escribir un buen ensayo ayudará para conseguir un diploma, que es indispensable para realizar su sueño de ser doctor.

Pensando de esa manera, el beneficio a largo plazo de hacer el trabajo puede reducir el placer a corto plazo de distraerse.

Lecciones contra la procrastinación

Si estos pasos basados en la investigación son tan efectivos, ¿no deberían enseñarse en todas las escuelas, universidades y lugares de trabajo? Muchas universidades ya producen guías sobre la procrastinación para estudiantes.

Sin embargo, Pychyl critica que muchas siguen enfocándose en la habilidad para manejar el tiempo, más que en atacar las razones de fondo. "Los profesores deben evaluar cómo se están sintiendo los estudiantes y ayudarlos a entender por qué están dejando las cosas para después. Si pueden aprender a manejar sus emociones, será una gran ayuda en todas las áreas de sus vidas".