POLÍTICA

Gaviria, en el ojo del huracán

Líderes de opinión y ciudadanos en general señalan a César Gaviria de usar al candidato del Partido Liberal, Humberto de la Calle, como moneda de cambio para sus intereses burocráticos.

27 de mayo de 2018

“¡No más Gaviria!” gritaron los seguidores de Humberto De la Calle cuando éste quiso agradecerle al expresidente por la campaña política que lo llevó a obtener casi 400.000 votos. La mención de su nombre hizo que aplausos y tambores dejaran de sonar. El silencio se transformó en abucheos como expresión de un sentir que estaba en el ambiente desde hace dos meses, cuando César Gaviria en una entrevista con el periodista Yamid Amat (aunque aseguró total respaldo a De la Calle) no descartó dar su apoyo a un candidato de centroderecha en la segunda vuelta.

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Declaraciones que no cayeron bien en algunos liberales influyentes como Juan Fernando Cristo, quien dijo que esa inclinación “no reivindicaba el ideario liberal”. Los seguidores del ‘trapo rojo’ no entendían cómo Gaviria podía estar pensando en una coalición con alguno de los partidos que propone echar para atrás el Acuerdo de paz que liberales, como De la Calle, prometieron defender a capa y espada.

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La crisis de esta colectividad fue evidente en noviembre del año pasado cuando la consulta popular, que buscaba definir el candidato presidencial del Partido Liberal, apenas logró convocar a unas 700.000 personas. Después de ganar la consulta, De la Calle comenzó a ser visto como un candidato con posibilidades de llegar a la Presidencia. No tanto por su vínculo con el partido que lidera Gaviria, sino por el crucial papel que desempeñó como jefe del equipo negociador del proceso de paz. Con esa consigna intentó agrupar a esa mitad del país que aún con el resultado adverso del plebiscito de 2016, confiaba en que el proceso de paz podía llegar a buen puerto.

Aunque De la Calle mantuvo sus ideales de paz hasta el final, nunca despegó en las encuestas y su jefe se embarcó en ires y venires en la recta final de la campaña. En la mencionada entrevista de abril, Gaviria defendió sorpresivamente a Iván Duque, candidato del Centro Democrático. Ante los miedos de quienes creen que Duque sería un títere de Álvaro Uribe, Gaviria dijo que un escenario de esos nunca se había presentado en Colombia y que no creía que la posible llegada de Duque al poder podría ser el giro del país hacia la extrema derecha.

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Tras los resultados de hoy, las redes sociales estallaron contra Gaviria. Lo consideran el culpable de sepultar la candidatura de De la Calle y de acabar con el Partido Liberal. Los casi 400.000 votos que sacó De la Calle se equiparan a los que había sacado en la consulta interpartidista de noviembre, significaron el 2 por ciento de la intención de voto y configuró la votación más baja en la historia del Partido. La campaña se estancó y muchos recordaron la famosa frase de Juan Fernando Cristo, quien ya había advertido que Gaviria tenía “secuestrada la campaña de Humberto de la Calle”.

 

Los seguidores del candidato liberal no ocultaron su tristeza y le agradecieron por su firmeza ante el proceso de paz. “El resultado no es el que queríamos después de tanto empeño. No logré convencer a los colombianos y eso es responsabilidad mía”, dijo De la Calle. Pero algunos más le endilgaron parte de la responsabilidad a Gaviria y al Partido por renunciar a sus banderas fundacionales a cambio de una lenta y progresiva inclinación hacia la cuota burocrática que puede obtener respaldando al candidato con mayor opción de llegar a la Casa de Nariño.

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Iván Duque, en medio del discurso que dio después de obtener más de siete millones de votos, dijo que agradecía, entre otros, a “Alejandro Ordoñez, las bases conservadoras y al Partido Liberal”.